miércoles, 25 de mayo de 2011

Bibliobús

No voy a hacer una gran reflexión sobre el Bibliobús, me basta con decir que es un recurso que ni siquiera conocía. Es por ello, que todo lo que he leído sobre él me ha resultado nuevo e interesante.

Me parece un recurso muy útil en primer lugar para las zonas que no disponen de una biblioteca de barrio o de localidad o, incluso, pueblo. Es normal que comenzase en las zonas rurales que no tenían centros de recursos municipales, públicos y gratuitos para obtener libros que poder utilizar en el aula. Además me parece una forma de acercar a esos niños al concepto de biblioteca, a la responsabilidad del cuidado de los libros.

En cuanto a que se haya extendido a las ciudades, me parece acertado. ¿Por qué? Pues bien, creo que es un recurso más que está al alcance de todos los ciudadanos. Además, es una forma gratuita de poder ampliar, temporalmente, la biblioteca de aula o de centro. Y también sirve para "descubrir" nuevos libros maravillosos en los que, en caso de ser posible, invertir para ampliar la dotación de las distintas bibliotecas, -ya sean de aula o de centro-.

Además, la utilización por parte de los niños del bibliobús, supone una interacción con los trabajadores del bibliobús, conociendo la función de un "bibliotecario" no tan al uso. Y también, el fomento de la mente crítica y de la capacidad de seleccionar, ya que tienen un número determinado de libros que pueden quedarse y tendrán que elegir cuáles.

Por último, me parece que sirve para que los niños se acerquen a otro tipo de biblioteca, y se den cuenta de lo que significa que esos libros sean públicos. Significa que ahora los tienen ellos pero que los tienen que cuidar muy bien y devolver a tiempo, para que otros niños puedan descubrir esos libros que tan buenos ratos les han hecho pasar a ellos.

Los niños pequeños y los libros

Creo que la lectura de este artículo es muy interesante no sólo para los destinatarios reales del mismo, -padres y madres-, sino también para cualquiera que tenga cerca niños pequeños como es, o será, nuestro caso.

Estoy completamente de acuerdo con la autora en la gran importancia que tiene que los padres se impliquen en las rutinas de sus hijos. Los niños, en muchas cosas, aprenden por imitación y, por lo mismo que no se debe cruzar en rojo un semáforo delante de un niño si no quieres que luego él lo haga, es importante que los niños nos vean leer porque así, será más probable que el niño adquiera ese hábito en su día a día.

Es por esto que, por mucho que se haga desde la escuela a través de la maestra, de la biblioteca de aula, de los cuentacuentos y de muchas otras actividades, es fundamental que las familias en general, y los padres en particular, se encarguen de acercar a los niños al mundo literario, concediéndole la oportunidad de conocerla, adentrarse en ella y disfrutar de la misma… Empezando desde pequeño y sin ser una imposición, es más fácil encontrarle el gusto a la literatura… Lo digo por experiencia… Desde siempre he visto tanto a mis padres como a mis abuelos leer, desde chiquitita quise aprender a leer y así lo hice, y he disfrutado mucho leyendo libros… Es algo que me gusta, me distrae, me divierte, me ayuda a evadirme, a relajarme y…en muchos casos me emociona. Y, sinceramente, no hay nada mejor que un buen libro y un jardín donde sentarse a leerlo.

También he de decir que, al igual que soy una persona que disfruta leyendo, ha habido libros que me han impuesto desde el colegio y que me ha costado una eternidad leerme o, simplemente, terminarme. Creo que la primera vez que dejé un libro a medias fue porque me tenía que leer el libro porque lo decía el programa… En fin, un desastre.

Eso no quiere decir que todo lo que mandan leer en el cole lo haya aborrecido, también recuerdo libros como “El cantar de Mio Cid” o “El árbol de la ciencia” que me encantaron, y fueron lecturas impuestas. Pero esto no quiere decir, que la obligación sea el camino correcto.

Por otra parte además de no imponer y de que los padres despierten el gusto por la lectura en sus hijos, es importante que los niños tengan, -y vean-, libros a su alrededor, es otra ayuda “extra” para conseguir el objetivo.

Para tener buenos libros rodeando a los niños, no sirve cualquier libro. Es muy importante elegir libros adecuados para los niños según sus intereses, necesidades, momento evolutivo, etc…. Además así, nos aseguraremos de que, en el futuro, el niño sea un lector crítico.

Para terminar, creo que, además de dirigir a los lectores a entradas anteriores donde se explica cómo elegir un buen libro infantil, o como adaptar un texto folklórico, podemos aportar las pautas y títulos que propone la autora:

1)Títulos para antes de comenzar a leer: El niño atraviesa distintas etapas en las que su psicología, sus necesidades afectivas y culturales, así como sus intereses cambian.
Debemos mostrarles la lectura como algo interesante y divertido que despierte su gusto. Pueden ser libros manipulables, troquelados, desplegables, de plástico, grandes, pequeños, etc… Además, hay que pensar que son para utilizarlos y que si se rompen no pasa nada, siempre que sea sin querer. Además los pre-lectores tienen un interés por decodificar palabras de los libros y carteles de la calle o de los envases, así que podemos aprovechar esta situación para estimular y reforzar su interés preguntándoles por las letras que conocen, o dándoles la información que nos pidan. Siempre respetando sus ritmos porque, recordemos que no conseguiremos nada si les presionamos para leer.

2)Libros para bebés de 0-18. Lo que más les interesa son las Ilustraciones cuanto más estimulantes y coloridas, mejor. Lo ideal es que tenga un texto mínimo, para no desviar el interés. Lo ideal en cuanto a su formato es que sean de cartón resistente y seguro, con los bordes redondeados para que no se hagan daño, esto no quiere decir que no puedan estar hechos de plástico, de madera o de tela o, incluso, de diferentes materiales para favorecer su discriminación y la educación sensorial. Por último, deben poseer un tamaño manejable, para que los sostengan solos y pasen las páginas hacia delante o hacia atrás. Hay que escoger libros que los niños puedan utilizar de manera autónoma e independiente. En estas primeras edades el niño entiende el cuento como un libro-juguete

3)Libros para niños de 18 meses a 3 años. En esta etapa el lenguaje mejora a una velocidad vertiginosa. Además, empiezan a establecer criterios de selección y en seguida identificarán sus historias favoritas y pedirán que se las contemos una y otra vez. Es la fase del “otra vez”, no se cansan de escuchar un cuento. Irune nos ha dicho que es porque así pueden captar, poco a poco, lectura tras lectura, los detalles de la historia. Además, como maestros o padres podemos utilizar estas historias para presentar contenidos. En estas edades, para elegir un cuento, hay que tener en cuenta las ilustraciones y fotos, que sean sugerentes y den pie a que podamos entablar una conversación con los niños, libros de canciones y juegos para repetir, cuentos con historias para momentos especiales o rutinas (el baño, la cena, irse a la cama…). A esta edad, lógicamente, no saben leer, pero no es necesario esperar a ese momento, porque los cuentos que son adecuados, tienen unas imágenes que cuentan por sí mismas, -o por lo menos sugieren-, la historia o parte de ella y serán estas imágenes y las historias que los adultos, -padres y maestros- les contemos, lo que les atraerá hacia la lectura o les “repelerá” de la misma.

4) Libros para niños de 3 a 5 años: suelen asistir a la escuela y por tanto, están más familiarizados con los libros. A estas edades son capaces de interpretar una narración de mayor complejidad, por lo que las historias a elegir serán aquellas que les diviertas y cuyo lenguaje sea sencillo. En estas edades, es interesante dedicar un rato diario a la lectura como actividad conjunta, -el niño y el adulto-. Un buen momento es antes de irse a dormir. Para hacerle partícipe, seguiremos el texto con el dedo para que pueda seguir la lectura. Otro aspecto importante es que lea él partes del texto y, para que sea una actividad movida por el interés y no por la obligación, sería perfecto permitir al niño que elija el cuento.

Mi creación literaria

Irune nos pidió que, como actividad práctica, hicieramos un cuento.

En mi caso decidí hacer uno dedicado a la mamás, alguien muy importante tanto en la vida de los niños, como en la nuestra y figura que suscita un gran interés en los más pequeños.



El cuento trata también el tema de los sentimientos y su identificación. El libro, además, es un cuento-juego, ya que utilizo velcro para que los niños, viendo el dibujo y la consecuencia, decidan qué sentimiento va en cada frase.
Así, tenemos 5 sentimientos:



Y cinco páginas donde colocarlas, como, por ejemplo, esta



De este modo el cuento, colocados los sentimientos correctamente, es el siguiente:













Tuvo sus problemas técnicos, pero al final estoy contenta con el resultado... Desde luego, es mejorable y seguiré elaborando cuentos para los niños y con ellos siempre que sea posible.

Espero que os guste y... ¡Gracias Irune! Sin esta asignatura, ni se me habría ocurrido, ni me habría sentido capaz.

Reflexión del bloque 1: biblioteca de aula

En este bloque hemos buscado información sobre por qué debe haber una biblioteca dentro del aula de infantil, qué objetivos persigue, cómo debemos gestionarla y cómo conseguir que los niños se acerquen a ella.

Me parece muy importante que en todo centro educativo haya una biblioteca por aula, independientemente de la metodología utilizada. Parece que sólo tiene cabida este rincón, en una metodología por proyectos o por rincones y no es así. Hemos de educar a los niños en la cercanía a los libros, ya que les sirven tanto para buscar información y resolver trabajos, como para aprender o, simplemente, divertirse. Es muy difícil educar a un niño en el amor por los libros y por la lectura si crece sin libros a su alrededor. Y desde luego, los libros son herramientas que no pueden faltar en un aula, sea para la edad que sea.

La actividad del bloque, que era realizar un proyecto de una biblioteca de aula para Educación Infantil, la verdad es que me ha resultado bastante complicada. Al principio no, porque más o menos, te documentabas, las ideas que leíamos eran similares a las propias y lo plasmamos por escrito. Me sentí muy orgullosa del trabajo, pero... después de las exposiciones y de las palabras de Irune, me dí cuenta de que, igual, habíamos indagado poco, y además, de que habíamos mezclado cosas de gestión y de dinamización. Para solucionarlo, sólo había una vía: seguir buscando y leyendo información, tener bien claro lo que era cada cosa (gestionar una biblioteca de aula, dinamizar una biblioteca de aula, ambientar una biblioteca de aula...) y ciertos requisitos básicos y, a partir de ahí, todo lo que pudiésemos añadir. La verdad es que, viendo el resultado, estoy más que orgullosa y, comparándolo con el proyecto anterior, yo misma veo las diferencias entre ambos y, cierto es, que la mejora es importante.

He de decir que mediante la búsqueda de información que ha precedido a nuestro diseño de todo lo que conlleva una biblioteca de aula, he aprendido bastantes cosas importantes, de entre las que destaco algunos de los objetivos que tiene este rincón en el aula de Educación Infantil. Puede parecer que se pretenda, simple y llanamente, acercar a los niños a los libros y crear en ellos un hábito de lectura. Sin embargo, aparte de estos objetivos hay otros que me han llamado mucho más la atención y que, considero realmente importantes, como son transmitirles que la literatura es divertida, que leer un libro es gratificante y mueve en nosotros multitud de sentimientos.

Creo que este último objetivo es fundamental y que está muy descuidado en las escuelas hoy en día. Sin ir más allá, pondré un ejemplo del curso pasado, con un niño que entonces tenía 4 años, en un colegio de Majadahonda. Era el día del libro y salió del colegio contando todo lo que habían hecho en ese día festivo: que les habían leído cuentos, que habían podido ir a la biblioteca, en fin... muchas actividades acordes con la festividad. Entre otras cosas les habían regalado un libro. Pero estas no fueron las palabras que salieron de su boca, él dijo: "Mira, me han dado esto". Era un cuento. A lo que yo le respondí: "¡Hala! ¡Qué chulo! ¿Te lo han regalado en el cole por el Día del Libro?" y el niño me contestó: "No, no es un regalo, es un libro".

El día de mañana, cuando tenga mi aula, pretendo no sólo fomentar la lectura entre mis alumnos, sino también transmitirles el gusto por la literatura, despertarles el disfrute que se puede obtener con las historias que nos cuentan los libros, pretendo que se den cuenta de que con un libro te puedes reír a carcajadas, o llorar, o emocionarte, o que se te pongan los pelos de punta...y es una sensación maravillosa. Pretendo que descubran todo esto para que, si el día del libro les damos un cuento, no sea "un libro" sino un regalo.

Biblioteca de aula (modificado)

Aula de la biblioteca infantil
El aula de ubicación para nuestra biblioteca es del curso de 5 años.

JUSTIFICACIÓN TEÓRICA

Introducción.

Podemos considerar la Biblioteca como un importante recurso didáctico que ayudará a los pequeños a tomar contacto con el libro y con la lectura. Pero cuando hablamos de biblioteca, no debemos considerarla como la de los adultos, sino que tenemos que crear dentro del aula un espacio donde los alumnos y alumnas se sientan cómodos y, jugando, adquieran conocimientos y se entretengan, ya que además de la Biblioteca del Centro, a la que periódicamente podemos visitar, los maestros de Infantil debemos crear una

Biblioteca dentro del aula.

Esta Biblioteca desempeña un papel fundamental en Educación Infantil, pero como dijimos anteriormente, no debemos concebirla como la de los adultos, sino que tenemos que crear dentro del aula un rincón, acogedor, agradable y accesible.

Animar a la lectura en Educación Infantil es relativamente sencillo por parte de los maestros y maestras de esta Etapa y extremadamente agradecido por los pequeños. Basta ver sus caras expectantes cuando escuchan las palabras mágicas que abren paso a la historia: "Érase una vez"..."Había una vez…”, "Os voy a contar la historia que ha sido escrita en este libro....”.
En esos momentos, ellos y nosotros comenzamos a vivenciar, y a sentir historias que no son las nuestras, pero que nos hacen gozar, imaginar y compartir.

Si de vez en cuando, antes, durante o después de la narración/lectura compartida introducimos juegos anticipatorios, fórmulas de participación en la narración/lectura, y actividades de recreación podremos vincular la lectura a experiencias placenteras, atractivas y significativas que hagan desear el libro y la literatura oral. Aunque, por supuesto, no siempre es necesaria toda esta parafernalia lúdica preparatoria. Esto dependerá del contexto donde nos encontremos, de la motivación de nuestro alumnado y de los objetivos que pretendamos.

La lectura puede llegar a ser un hábito saludable, personal y transferible cuando queremos compartir con los demás nuestras lecturas; pero esto será más tarde y dependerá en buena medida de la pasión y el entusiasmo que el maestro le ponga.

En la Etapa de Educación Infantil, es fundamentalmente un acto compartido, con sus compañeros, maestros y familia, puesto que se crea un vínculo afectivo entre el adulto que explica o lee el relato y el niño que escucha.

¿Porqué una biblioteca de aula?

La Biblioteca de Aula constituye un instrumento importantísimo dentro de la Educación Infantil para acercar a lo niños/as a la lectura, para despertar en ellos su curiosidad y su interés por el mundo de los libros. Así, como dice el refrán popular, “lo que se aprende con babas no se olvida con canas”. Es por ello tan importante que los niños y niñas de Educación Infantil se vayan familiarizando con los libros, aunque para ellos leer sea sinónimo de mirar y tocar los libros; conseguiremos de este modo el objetivo que pretendemos a lo largo de toda la enseñanza obligatoria: que los alumnos lean.

Rincón de lectura.

Es el espacio físico donde tienen la oportunidad de leer, compartir con los otros y de poner en juego las estrategias y conocimientos previos que tienen sobre el tema de forma autónoma, ejercitando su papel de usuarios de la biblioteca de aula y de respeto a las normas establecidas para su uso.

Las sesiones de animación lectora de gran grupo, se realizan en el propio rincón (si lo permiten sus dimensiones) o en la alfombra. Los niños y niñas deben acostumbrarse a usar este espacio porque supone un cambio de ambiente y porque es ahí donde están los libros, dónde pueden encontrar las historias impresas de los relatos que cuentan los adultos y dónde pueden realizar actividades relacionadas con el placer y la información que generan los libros.

Las actividades de animación a la lectura no deben presentarse de una forma aislada del currículo sino integrada en un proyecto lector del centro, consensuado y planificado por el profesorado. Una vez que se haya pensado en la necesidad de realizar determinadas actividades relacionadas con las líneas pedagógicas del centro se deberá acudir a las personas o empresas que puedan organizarlas y no al revés. Estas actuaciones aisladas, tales como encuentros con autores, mesas redondas, charlas, etc., no tienen un sentido pedagógico si no responden a una política lectora continuista y a un plan lector de centro.

Objetivos que persigue la animación a la lectura.

• Disfrutar con la lectura y la narración de cuentos populares y libros de animación.
• Desarrollar el hábito lector.
• Descubrir la diversidad de los libros y sus posibilidades lúdicas, estéticas, expresivas, recreadoras, creativas, etc.
• Aprender con la lectura: vivenciar otros mundos y realidades.
• Afianzar el proceso de madurez (el acto de leer implica a todas las dimensiones personales: inteligencia, voluntad, fantasía y sentimientos).
• Fomentar la sensibilidad, la afectividad y el gusto estético.
• Transmitir valores positivos (solidaridad, estima a la naturaleza, respeto a los demás,..).
• Compartir las experiencias lectoras y tener la oportunidad de transmitir sus sentimientos.
• Difundir la literatura oral y escrita en las diversas lenguas del Estado Español, en el caso de las comunidades autónomas bilingües.
• Distinguir entre los géneros literarios: narrativa (cuento) y poesía.
• Identificar el título, personajes y tema, autor o autora, ilustradora o ilustrador.

Momentos en la animación a la lectura.

Se distinguen cuatro momentos:

1.PREVIOS: Hace referencia a la organización de cada una de las sesiones de animación lectora: selección de textos y relatos; objetivos que pretendemos en la sesión; espacio y tiempo en la programación del aula; materiales que vamos a precisar; etc.

2.ANTES DE LA LECTURA: Fase de motivación. Su finalidad es crear expectación, ganas de conocer el libro, disfrutar, jugar y anticiparse a la lectura.

3.PRESENTACIÓN/LECTURA: A continuación se suele presentar el libro, se observa por fuera, se habla del título, de la ilustración de la cubierta, de quién lo ha escrito, dibujado,... La simple observación de las cubiertas abre paso a un amplio repertorio de actividades. Después, se lee /narra el libro y se pueden incluir algunas estrategias que permiten mantener la atención y la participación del grupo-clase en la lectura. A continuación el libro pasa al Rincón de lectura. Se puede aprovechar este momento para llamar la atención sobre otros libros que tratan temáticas similares o de un mismo personaje. Se registra el libro en los “registros del aula”. Y ya está listo para el préstamo y la lectura individual o compartida en el aula.

4.POSTERIORES: En ocasiones, es interesante, pero no imprescindible, plantear algún tipo de actividad motivadora y atractiva después de la presentación del libro o relato. Hemos de tener en cuenta que no se trata de averiguar si han comprendido al "dedillo" la historia o de hacer veinte mil fichas al respecto de tal forma que al final se pierda la referencia del libro y el encanto inmediato. Se trata de aprovechar el libro leído como recurso y estímulo expresivo, como fuente de juego o simplemente como la historia significativa y deseada que al niño y a la niña le apetece releer y remirar en el Rincón de lectura o en su casa, con su familia.

Ubicación.

Es importante que el espacio de la biblioteca responda a las necesidades de los distintos usuarios, así pues, primero debemos pensar en los grupos de edades del alumnado y en el equipamiento que necesitan. Luego reflexionaremos a cerca de las actividades que se realizan o se van a realizar en la biblioteca: lectura individual, trabajo en grupo, audición de música, aprendizajes con medios audiovisuales, aprendizajes con programas informáticos, etc. Cada actividad, dependiendo también de la edad, necesita un equipamiento específico (mesa alta, cojines, alfombra, ordenador, vídeo, auriculares, etc.) y requiere unas condiciones especiales de ambientación (insonorización, decoración infantil, decoración juvenil, ambiente informal, ambiente que invite al estudio o a la relajación, etc.)

Temporalización.

A lo largo del curso escolar, modificándose algunos componentes a lo largo de la Unidades Didácticas.

Si queremos utilizar la biblioteca como lugar de aprendizaje activo, debe estar abierta durante todo el horario lectivo. Si, además, se abre fuera del horario lectivo conseguiremos que la biblioteca sea un espacio de libre acceso a la información, que permita la igualdad educativa de todo el alumnado con independencia de su condición social y familiar.


Objetivos.

• Familiarizar a los niños y niñas con los libros.
• Adquirir hábitos de lectura desde edad temprana.
• Considerar la lectura como una actividad placentera.
• Desarrollar la creatividad.
• Disfrutar con la lectura.

Necesidades a las que se responde.

Mediante la biblioteca, responderemos y daremos respuesta a las necesidades que los alumnos y alumnas de esta edad tienen. Entre otras tenemos las siguientes: de reposo, de expresión y comunicación, de creación, de creatividad, de imaginación, de socialización, de autonomía, de juego, etc.

Fondos de la Biblioteca.

A la hora de planificar con qué fondos va a contar la biblioteca, hay que tener presente dos cuestiones básicas:
• La diferente tipología de libros.
• La necesidad de convertir la biblioteca en una auténtica mediateca y, por tanto, abrir sus puertas a un espectro amplísimo y flexible de materiales y recursos.

Al constituir el fondo de la biblioteca debemos tener en cuenta no sólo criterios cuantitativos, sino también cualitativos. Es decir, el fondo ha de ser sobre todo variado y equilibrado, aunque no sea posible inicialmente una gran amplitud.

Hay que pensar en formar una colección coherente, rica en perspectivas, matices, tipologías textuales, variada en escritores e ilustradores, colecciones, géneros y soportes, y en la medida de nuestras posibilidades, lucharemos por su actualización. Asimismo, habrá que tener un “radar” preciso para captar desfases conceptuales y formales, y para localizar “lagunas” y materiales deteriorados que será preciso reparar inmediatamente o, en algunos casos, reciclar.

Ambientación

Ambientar no significa decorarla y nada más. Significa pensar en incorporar recursos y material educativo con sentido pedagógico y didáctico. Es importante incluir espacios motivadores, estimulantes e incentivadores, para poder causar en los niños, iniciativas y aprendizajes constructivos.

Un ambiente estimulante y a la vez limpio y ordenado proporciona seguridad y estimula el aprendizaje. Para lograr seguridad y bienestar, conviene encontrar el equilibrio entre: necesidad de estar solo y socialización, tranquilidad y movimiento, actividades individuales y de grupo.

Al disponer de una zona para la lectura, se debe observar su situación en el conjunto del espacio a la vez que, se debe estudiar sus posibilidades de iluminación. Los elementos decorativos motivadores deben variar a lo largo del curso.

La distribución debe facilitar el acceso fácil de los niños y niñas a los materiales que precisen.

Material necesario.

• Estanterías bajitas.
• Colocar los libros de cara, no de canto.
• Cojines, alfombra y si es posible mesita-camilla.
• Libros, fotografías, imágenes, C.D., etc.
• Estanterías de libros individuales. En ella estará el libro individual de cada niño/a con sus fotografías, recetas de sus padres, poemas, canciones, etc. y todo lo que quieran anotar en él. Este libro servirá para toda la etapa de Educación Infantil.
• Libro viajero: se lo lleva cada día un niño a su casa y en él anotan en su casa lo que quieran. También pueden hacer dibujos relacionados con los contenidos que estemos viendo en la escuela.
• Estantería de libros protagonistas: consiste en traer un libro a la escuela cuando ellos quieran de forma voluntaria y lo compartan y comenten con los compañeros y compañeras.

CONCLUSIONES SOBRE LA INFORMACIÓN DESTACADA.

• Realizar un proyecto de biblioteca de aula y su correspondiente zona de lectura, conlleva realizarlo de una manera significativa, centrado en los niños y en los múltiples beneficios que supone el fomento de la lectura en edades tempranas.
• No debe de ser un diseño aislado sino que requiere de participación, cooperación y compromiso por parte del maestro y del alumnado, así como, de todo el personal que conforma el centro educativo, y de la colaboración de las familias.
• El objetivo que persigue esta iniciativa es el descubrimiento y acercamiento a la lectura y el disfrute y las ventajas que conlleva la misma.
• Además, supone la dotación de diversos valores: responsabilidad, socialización, colaboración, respeto, empatía …
• Con el progreso y la evolución del proyecto se consigue que el niño realice, tanto momentos grupales (de diálogo, debates) como momentos individuales e íntimos, a la vez que contribuye al desarrollo de capacidades de identificación, análisis y evaluación.
• La lectura abre un mundo de creatividad e imaginación para los niños, y una herramienta y recurso didáctico interesante para los maestros.
• La animación a la lectura no sólo promueve hábitos de lectura en los alumnos sino también aporta la consecución de habilidades comunicativas y expresivas (tanto orales como escritas).


Información sacada de:

http://perceianadigital.com/index.php/materiales-didacticos/280-la-biblioteca-de-aula-en-educacion-infantil

http://dpto.educacion.navarra.es/publicaciones/pdf/blitz2_cas.pdf

http://www.quadernsdigitals.net/datos_web/hemeroteca/r_7/nr_106/a_1267/1267.html

http://www3.unileon.es/dp/ado/ENRIQUE/practicu/Espacio.htm

http://sol-e.com/bancorecursos/index_br.php
verSeccion=actividades_especiales.php

http://dpto.educacion.navarra.es/publicaciones/pdf/blitz2_cas.pdf

SITUACIÓN.

Se trata de un espacio habilitado compuesto por dos zonas: zona de lectura y zona de libros.



A la hora de colocar la biblioteca de aula y la zona de lectura, hemos considerado los siguientes elementos:

• Espacio amplio, para que los niños puedan acceder fácilmente, sin estructuras o barreras que obstaculice al niño su “gusto por la lectura”.
• Luminosidad. El aula goza de amplios ventanales, en donde incide la luz solar durante todo el día. Consideramos importante que el espacio de lectura sea luminoso para que se `puede observar con claridad la diversidad de libros que se pueden leer/contar.
• Comodidad. Se dispone de colchonetas que amortiguan la dureza del suelo, a la vez que aportan calidez al mismo, así como cojines (traídos por las familias de los niños) para la comodidad al sentarse en el suelo.

Hay que decir que la zona de lectura es a la vez zona de asamblea, por lo que resulta un espacio versátil y conocido por los niños. En dicha zona, no sólo se fomenta la lectura, sino también el diálogo y la escucha.


DISEÑO Y FONDOS

Como la zona destinada a biblioteca en el aula escogida tiene carencias, la principal, la falta de espacio para los cuentos, haremos lo siguiente:

Colocar una estantería de tamaño adecuado para que los niños puedan alcanzar todos los libros que haya en ella. Los libros estarán colocados de forma que los alumnos puedan ver todas las cubiertas. Como el problema del espacio, continua existiendo, en esta estantería estarán exclusivamente los fondos “fijos”, es decir, aquellos libros que tendremos disponibles para los niños durante todo el curso escolar.

a) Ambientación.

Nuestra biblioteca se llama “El Mundo de los Cuentos”.

La zona de los libros está situada en una estantería de baja estatura para que los niños puedan acceder a ellos sin dificultad. En ella hay motivos decorativos: “pequeños países” (similar a los países de un planisferio) de fieltro de distintos colores, y dentro del mismo, el dibujo de un libro. De esta forma, atraemos la atención de los alumnos para que se acerquen a la variedad de libros que hay, y mostramos el significado del nombre de nuestra biblioteca: mundo = muchos países. Biblioteca = muchos libros y cuentos.

La zona de lectura, como ya hemos mencionado, es también zona de asamblea por lo que dispone de carteles, a la altura de los niños, para realizar dicho cometido:

• Cartel en donde hay una gran tabla compuesta por los apartados “casa” y “cole” (colocarán los alumnos unas etiquetas plastificas y con “blue tack” por detrás, con los nombres de alumnos y así identificarán quién ha venido o no a clase).
• Amplio calendario que contiene día de la semana (con letras y el número), mes, estación en la que se está y año.
• Mural de animación a la lectura elaborada por los niños (se irá añadiendo pequeños murales más, a medida que vayamos realizando unidades didácticas).
• Zona de exposición de dibujos de los alumnos.

En esta misma zona está situada, en el suelo, una amplia colchoneta azul en donde los niños se pueden sentar. Para contribuir a la comodidad de la misma, se les pedirá a los padres (a principio de curso) que cada niño traiga a clase un cojín de su casa (para sentir la zona como si estuviesen en casa).

Ya que se trata de un espacio en el que se requiere de atención (ya sea en la asamblea, en un cuentacuentos, o en la lectura individual) no es aconsejable sobrecargar todo con colores demasiados fuertes, ya que eso supondría un esfuerzo visual innecesario. Por ello, nuestro rincón está armonizado con colores suaves que inviten a la concentración y a la tranquilidad (verdes, azules, blancos…).

Debido a que se encuentra dicha zona, cerca de la ventana, hay que controlar la luminosidad que entra de la misma. Lo suyo es usar una luz tenue que sirva para la lectura pero que no llegue a molestar. Por ello, colocaremos unas cortinas para que incida la luz pero no perturbe la visión, siendo también de tonos claros y poco "recargados".

Ésta será la ambientación inicial, elegida en asamblea por los niños a principio de curso. Sin embargo, no será constante durante todo el curso ya que, al principio de cada trimestre decidiremos en asamblea una nueva ambientación (en lo que se refiere a murales).

Fondos

Esta parte de la biblioteca representará aproximadamente dos tercios de los libros disponibles en el aula. (60%)

Los libros y cuentos que incluiremos, por tanto, serán:

• de tipo lúdico, pictocuentos, libros pop-up, álbumes de imágenes, etc… (22%)
• Libros creados con y para los niños (15%)
• Libros con funcionales tanto de su etapa como superiores (libros sobre animales, diccionarios de imágenes, etc…) (5%)
• Libros traídos de casa por los niños. En este caso hay que hacer una aclaración, ya que se informará a los padres de que cierto tipo de libros no podrán traerse al aula (libros de Disney, libros de “365 cuentos…”, “365 adivinanzas”, etc…) (5%)
• Revistas, periódicos, catálogos, etc… (5%)
• Libros viajeros. (8%)

Para el resto de libros (40%) hemos ideado un sistema para tenerlos a la vista y repartidos por toda la clase. Este sistema consiste en clavar en la pared escarpias forradas con goma-espuma y cinta aislante de colores (poniendo una bola de plastilina en la punta) para que los niños no corran ningún riesgo. Posteriormente, a cada cuento o libro le haremos dos pequeños agujeros en la parte superior por donde pasaremos un hilo o cuerda para colgarlo de la escarpia. Tendremos cuidado de que las portadas queden de cara a los niños y de que la altura sea adecuada a la estatura de los pequeños. Los libros que dispondremos con este método serán los “fondos temporales”, es decir, los utilizados para cada proyecto concreto. Esta “biblioteca” constará, por tanto, de los libros seleccionados para trabajar cada proyecto.

Por último, en la zona fija, tendremos, colocado en la pared, un estante más alto donde situaremos los “libros de la maestra” que serán cuentos más delicados, libros de cuentos para maestras (para adaptar), libros de teatro para maestras de infantil (para adaptar las obras a los niños), libros de cuentos folklóricos (que requieren adaptación), etc…

Un ejemplo de los libros de clase.

Lista de fondos fijos:

-¿A qué sabe la luna?
-El jardín de Babai
-Sonatina
-Este monstruo me suena.
-Adivina cuanto te quiero
-Enamorados.
-En busca del beso.
-Todos sois mis favoritos.
-Un culete independiente.
-El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza.
-¡Menuda sorpresa!
-Donde viven los monstruos.
- ¡No dejes que la paloma conduzca el autobús!
- El mensaje secreto de cumpleaños.
-La semillita.
-¿Quieres ser mi amigo?
-¿Qué prefieres?
-El Secreto.
-El ladrón y la bailarina.
-La Rayuela.
-¿En qué piensas?
-¿Dónde perdió Luna la risa?
-Cuando a Matías le entraron ganas de hacer pis en la noche de Reyes.
-Confundiendo historias.
- Orejas de mariposa.
-Ser princesa no es cuento.

Lista de fondos temporales (ejemplo de proyecto: el cuerpo humano).

-El cuerpo humano
-Cómo estamos hechos
-Cómo respiro
-¿De dónde venimos?
- Mi primer álbum del cuerpo
- El cuerpo humano. Diccionario de los peques.
- Mi atlas Larousse del cuerpo humano.

GESTIÓN DE LA BIBLIOTECA

a)¿Cómo conseguimos los libros?

Hemos pensado que hay cinco vías posibles para formar la biblioteca de clase:

• Los libros que compra la propia escuela o colegio. Siempre tendremos que tener en cuenta, a la hora de elegirlos, que se adecuen a las características psicoevolutivas y a los intereses de los niños que tenemos en clase.
• Otra opción barata y, en algunos casos gratuita, es utilizar los libros que venden/regalan las editoriales a los centros educativos por la compra de material escolar, libros de texto etc… Estos libros suelen estar preseleccionados para cada curso.
• Una buena posibilidad es pedir la colaboración de los padres para que donen al centro los libros y cuentos de los niños, una vez éstos dejen de utilizarlos. Unida a esta, existe la opción, sobre todo para los libros de proyecto, de que los niños lleven a la escuela libros y cuentos relacionados con el tema (durante la realización de dicho proyecto), siempre contando con el consentimiento de los padres.
• Utilizar el bibliobús, puede ser también una buena opción a la par que gratuita. Además, siempre es una forma de conocer libros nuevos y, si es posible, adquirirlos con posterioridad. Otra cosa positiva, es la interactuación con el responsable del bibliobús.
• Por último, no podemos olvidarnos de la creación literaria tanto para, como con los niños. Esta es una opción prácticamente gratuita y que cuenta con una gran acogida entre los alumnos por que consideran “como realmente suya” parte de la biblioteca de aula.

b)Préstamo

En primer lugar, para el préstamo haremos un sistema de carné de biblioteca que consiste en:

1. Hacemos un carné a cada alumno con su nombre, su clase, etc… Este carné estará plastificado y constará de una parte con velcro en la que figurará la foto del niño.

2. Delante de cada libro de la estantería, -o encima de cada escarpia-, habrá otro velcro con el título del cuento.

3. En una zona de la clase cercana a la biblioteca, pondremos una cartulina con una lámina de velcro y con el título: “libros que no están”.

Procedimiento: Cada vez que un niño se lleve un cuento o libro, pondrá el título pegado en la cartulina y en su lugar el velcro con su foto.

Los niños podrán llevarse libros a casa siempre que quieran, sin importar el día de la semana que sea. El plazo máximo para devolverlo a su sitio será de una semana. La profesora llevará una hoja de control, de modo que los niños al irse a casa dirán si se llevan un libro o no. (No es necesario saber cuál es por el sistema de velcro).

c)Utilización de la biblioteca.

•Como gran grupo, se utilizará en la hora del cuento.
•En pequeño grupo en los momentos del día dedicados a Rincones.
•Individualmente en cualquier rato libre que tengan los niños: hora de la siesta, juego libre, etc…

d)Normas de la biblioteca

En una asamblea grupal, discutimos y decidimos las normas que regirán nuestra biblioteca de aula. Las conclusiones a las que hemos llegado son:

•Respetar el plazo de devolución. Si no, se penalizará con 3 días sin llevarse libros a sus casas.
•Cada día tendremos un responsable de la biblioteca, que será quien se encargue de que todo esté en su sitio y no haya nada roto.
•Cuando terminemos de utilizar un libro, lo dejaremos en el mismo sitio del que lo cogimos.
•No se pueden sacar los libros al patio o al comedor.
•No se puede utilizar ningún libro sin carné.
•Si más de un niño quieren el mismo cuento, lo tendrán que compartir.
•No romper ni estropear ningún cuento, ¡son de todos!.
•Si encontramos algún libro estropeado, lo llevaremos a la “Enfermería de los libros”.

e)La enfermería de los libros.

La enfermería de los libros, es una caja de cartón decorada de forma que parezca un hospital (tendrá pintada una fachada de un hospital, con una cruz roja encima de la puerta).

Los niños depositarán allí los libros que estén “malitos”. Los profesores se encargarán de arreglarlos.

Una vez arreglados, se les pegará en la portada una tirita grande y ese libro no podrá sacarse del aula durante la próxima semana. Una vez transcurra esa semana, se quitará la tirita y todo volverá a la normalidad.

DINAMIZACIÓN DE LA BIBLIOTECA DE AULA

Tras la lectura del libro el niño hará una actividad sobre el mismo, a elegir entre las siguientes:

1. Que el niño cuente el cuento a sus compañeros y les diga “cuánto le ha gustado”. De esta forma además de practicar su lenguaje oral, puede animar a otros niños a que lo lean.

2. Hacer un ficha en la que, por una cara escribirá su nombre, el autor del cuento y el título. Después habrá dos dibujos como estos





y tendrá que colorear el primero, si el cuento le ha gustado, o el segundo, si no le ha gustado. En la parte de atrás de la hoja podrá dibujar lo más significativo del cuento para él.

3. Realizar una serie de preguntas con respecto al cuento leído en clase. Se trata de buscar el interés de los niños en relación con el libro que se ha contado. Se pude ir más allá y realizar preguntas más personales, fomentando sentimientos de empatía y de lógica. Ejemplo: ¿Por qué crees que el personaje ha hecho eso? ¿Tu qué harías si te ocurriese?

4. Hacer (profesora) unas plantillas con dibujos del cuento leído, plastificadas y con velcro por detrás. El juego consiste en ir preguntando a los niños donde iría cada una de las plantillas, de tal forma que se va ordenando la historia. Los niños irán colocando las plantillas de velcro en un panel habilitado para que se peguen, y así se va viendo cómo, poco a poco, se va ordenando el relato escuchado.

5. Cada niño dibuja (a su forma) el personaje que más le ha gustado del cuento.

La hora del cuento

En nuestra aula, tenemos dedicados entre 30 y 45 minutos al día para contar o leer un cuento y es lo que llamamos la hora del cuento. Se suele hacer a última hora, antes de la salida.

Esta actividad diaria es una buena forma de que los alumnos conozcan los distintos libros que tienen en la biblioteca del aula. Además de contar/leer algunos de ellos, también utilizaremos estrategias como enseñarles la portada y hacerles preguntas (¿De qué creéis que va este cuento? ¿Quién creéis que es su protagonista? Etc…) para fomentar la curiosidad por ese libro y animarles a cogerlo.

Para esta hora del cuento, tenemos, en la zona de biblioteca de aula, en un estante más alto (no está a la altura de los niños) una caja forrada con papel oscuro y gomets con forma de estrellitas brillantes que denominaremos “la caja mágica de los cuentos”. Esta caja la utilizaremos en la “hora del cuento”, cuando vayamos a utilizar como estrategia el cuentacuentos. La utilizaremos metiendo cosas dentro de la caja. Pero no cosas cualesquiera, sino elementos relacionados con el cuento, para crear un ambiente evocador, que favorezca la imaginación de los niños y producir una mayor expectación ante el cuento.

Por otra parte, si algún alumno tras leer un cuento decide hacer una de las actividades de post-lectura que implican a todo el grupo-clase, se programará de un día para otro, y se llevará a cabo en esta “hora del cuento”.

Los viernes, como es un día especial, invitamos a padres, abuelos u otros familiares a que colaboren con nosotros en la hora del cuento a través de un cuentacuentos, una narración con libro o una lectura.

Otra parte de la animación a la lectura consiste en un concurso. Tendremos una cartulina con los nombres de los niños y, cada vez que lean un cuento y hagan una de las actividades anteriores, se le dará un punto si está bien y dos puntos si está muy bien. Estos puntos se representarán con gommets: los amarillos serán de un punto y los verdes de dos puntos. El día del libro se hará un recuento de los puntos y habrá premios para los tres con más puntos. Además, al ganador, se le dejará escoger un libro y la profesora le regalará una fotocopia del mismo.

jueves, 19 de mayo de 2011

Leer sin saber leer

Me parece acertado el documento, ya que aunque los más pequeños no sean capaces de leer, es decir, descodificar el lenguaje escrito, son capaces de ver el cuento, olerlo, imaginar a través de sus imágenes... Y, por supuesto, son capaces de recibir la literatura de los adultos.

El acercamiento a la literatura es desde el nacimiento, empezando por las nanas... Y me parece muy acertado utilizarlas con los niños, luego pasamos a las canciones y a los cuentos de fórmula y así poco a poco hasta textos literarios con estructuras cada vez más complejas.

Me parece fundamental el acercamiento paulatino a la literatura y, cuando el niño sea mayor, que vea a sus padres leer y vea libros a su alrededor. Esto es como aquel anuncio de "¡Si tu lees, ellos leen!"



Creo que es muy importante inculcar a los niños el gusto por la lectura y considero que esto no es sólo trabajo de los maestros y la escuela, sino también de los padres de los niños. Esto es a lo que se refiere Luisa Mora cuando dice en su artículo “que son quienes tienen que acompañar a los pequeños en su camino de convertirse en lectores”.

Está claro que en un hogar en el que los padres leen, hay más posibilidades de desarrollar un hábito de lectura en los niños, que en aquellos en los que no existe la posibilidad de leer porque apenas hay libros en la casa. Si un niño no ha visto a sus padres leer nunca, o ha tenido la mala suerte de que sus padres sean “alérgicos” a los libros (con esto me refiero a no leer, no tener libros, defender que leer no sirve para nada, y actitudes similares…) no veremos a ese niño acercándose por sí mismo, con su curiosidad natural, a la literatura.

Para esta “educación lectora”, considero esencial que los padres tengan una actitud reflexiva, abierta y responsable a la hora de comprar un libro, atendiendo siempre a la edad que tienen los niños, a las características del cuento, a la temática del mismo, etc… (Para más información, véase la entrada cómo elegir un buen libro infantil).