Como he comentado en la entrada anterior, es a partir de los 90 cuando se empiezan a crear libros especialmente dedicados a los niños menores de 7 años.
Por una parte aparecen los albumes de imágenes. Estos libros tienen ilustraciones a toda página y se caracterizan por dar la misma importancia al texto y a la imagen. En estos libros, tanto el texto como la imagen tienen como objetivo principal el arte por sí mismo.
Hay quienes piensan que esto es una "tontería" ya que, total, sólo son niños pequeños, que no se dan cuenta y que, por tanto, no tiene sentido elaborar tanto el texto como la imagen. Sin embargo, ¿por qué ellos no tienen derecho a disfrutar de una buena obra de arte?. Además, hay que tener en cuenta que lo que se necesita para escribir un buen cuento infantil no es sólo ser un buen escritor, sino conocer a los niños: lo que les gusta, lo que les preocupa, lo que les interesa, lo que creen, lo que les asusta...
Los álbumes ilustrados no están dirigidos exclusivamente a los niños, también los hay juveniles o para adultos.
Grandes ejemplos de álbumes ilustrados son las obras de Rebecca Dautremer:
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