miércoles, 25 de mayo de 2011

Bibliobús

No voy a hacer una gran reflexión sobre el Bibliobús, me basta con decir que es un recurso que ni siquiera conocía. Es por ello, que todo lo que he leído sobre él me ha resultado nuevo e interesante.

Me parece un recurso muy útil en primer lugar para las zonas que no disponen de una biblioteca de barrio o de localidad o, incluso, pueblo. Es normal que comenzase en las zonas rurales que no tenían centros de recursos municipales, públicos y gratuitos para obtener libros que poder utilizar en el aula. Además me parece una forma de acercar a esos niños al concepto de biblioteca, a la responsabilidad del cuidado de los libros.

En cuanto a que se haya extendido a las ciudades, me parece acertado. ¿Por qué? Pues bien, creo que es un recurso más que está al alcance de todos los ciudadanos. Además, es una forma gratuita de poder ampliar, temporalmente, la biblioteca de aula o de centro. Y también sirve para "descubrir" nuevos libros maravillosos en los que, en caso de ser posible, invertir para ampliar la dotación de las distintas bibliotecas, -ya sean de aula o de centro-.

Además, la utilización por parte de los niños del bibliobús, supone una interacción con los trabajadores del bibliobús, conociendo la función de un "bibliotecario" no tan al uso. Y también, el fomento de la mente crítica y de la capacidad de seleccionar, ya que tienen un número determinado de libros que pueden quedarse y tendrán que elegir cuáles.

Por último, me parece que sirve para que los niños se acerquen a otro tipo de biblioteca, y se den cuenta de lo que significa que esos libros sean públicos. Significa que ahora los tienen ellos pero que los tienen que cuidar muy bien y devolver a tiempo, para que otros niños puedan descubrir esos libros que tan buenos ratos les han hecho pasar a ellos.

Los niños pequeños y los libros

Creo que la lectura de este artículo es muy interesante no sólo para los destinatarios reales del mismo, -padres y madres-, sino también para cualquiera que tenga cerca niños pequeños como es, o será, nuestro caso.

Estoy completamente de acuerdo con la autora en la gran importancia que tiene que los padres se impliquen en las rutinas de sus hijos. Los niños, en muchas cosas, aprenden por imitación y, por lo mismo que no se debe cruzar en rojo un semáforo delante de un niño si no quieres que luego él lo haga, es importante que los niños nos vean leer porque así, será más probable que el niño adquiera ese hábito en su día a día.

Es por esto que, por mucho que se haga desde la escuela a través de la maestra, de la biblioteca de aula, de los cuentacuentos y de muchas otras actividades, es fundamental que las familias en general, y los padres en particular, se encarguen de acercar a los niños al mundo literario, concediéndole la oportunidad de conocerla, adentrarse en ella y disfrutar de la misma… Empezando desde pequeño y sin ser una imposición, es más fácil encontrarle el gusto a la literatura… Lo digo por experiencia… Desde siempre he visto tanto a mis padres como a mis abuelos leer, desde chiquitita quise aprender a leer y así lo hice, y he disfrutado mucho leyendo libros… Es algo que me gusta, me distrae, me divierte, me ayuda a evadirme, a relajarme y…en muchos casos me emociona. Y, sinceramente, no hay nada mejor que un buen libro y un jardín donde sentarse a leerlo.

También he de decir que, al igual que soy una persona que disfruta leyendo, ha habido libros que me han impuesto desde el colegio y que me ha costado una eternidad leerme o, simplemente, terminarme. Creo que la primera vez que dejé un libro a medias fue porque me tenía que leer el libro porque lo decía el programa… En fin, un desastre.

Eso no quiere decir que todo lo que mandan leer en el cole lo haya aborrecido, también recuerdo libros como “El cantar de Mio Cid” o “El árbol de la ciencia” que me encantaron, y fueron lecturas impuestas. Pero esto no quiere decir, que la obligación sea el camino correcto.

Por otra parte además de no imponer y de que los padres despierten el gusto por la lectura en sus hijos, es importante que los niños tengan, -y vean-, libros a su alrededor, es otra ayuda “extra” para conseguir el objetivo.

Para tener buenos libros rodeando a los niños, no sirve cualquier libro. Es muy importante elegir libros adecuados para los niños según sus intereses, necesidades, momento evolutivo, etc…. Además así, nos aseguraremos de que, en el futuro, el niño sea un lector crítico.

Para terminar, creo que, además de dirigir a los lectores a entradas anteriores donde se explica cómo elegir un buen libro infantil, o como adaptar un texto folklórico, podemos aportar las pautas y títulos que propone la autora:

1)Títulos para antes de comenzar a leer: El niño atraviesa distintas etapas en las que su psicología, sus necesidades afectivas y culturales, así como sus intereses cambian.
Debemos mostrarles la lectura como algo interesante y divertido que despierte su gusto. Pueden ser libros manipulables, troquelados, desplegables, de plástico, grandes, pequeños, etc… Además, hay que pensar que son para utilizarlos y que si se rompen no pasa nada, siempre que sea sin querer. Además los pre-lectores tienen un interés por decodificar palabras de los libros y carteles de la calle o de los envases, así que podemos aprovechar esta situación para estimular y reforzar su interés preguntándoles por las letras que conocen, o dándoles la información que nos pidan. Siempre respetando sus ritmos porque, recordemos que no conseguiremos nada si les presionamos para leer.

2)Libros para bebés de 0-18. Lo que más les interesa son las Ilustraciones cuanto más estimulantes y coloridas, mejor. Lo ideal es que tenga un texto mínimo, para no desviar el interés. Lo ideal en cuanto a su formato es que sean de cartón resistente y seguro, con los bordes redondeados para que no se hagan daño, esto no quiere decir que no puedan estar hechos de plástico, de madera o de tela o, incluso, de diferentes materiales para favorecer su discriminación y la educación sensorial. Por último, deben poseer un tamaño manejable, para que los sostengan solos y pasen las páginas hacia delante o hacia atrás. Hay que escoger libros que los niños puedan utilizar de manera autónoma e independiente. En estas primeras edades el niño entiende el cuento como un libro-juguete

3)Libros para niños de 18 meses a 3 años. En esta etapa el lenguaje mejora a una velocidad vertiginosa. Además, empiezan a establecer criterios de selección y en seguida identificarán sus historias favoritas y pedirán que se las contemos una y otra vez. Es la fase del “otra vez”, no se cansan de escuchar un cuento. Irune nos ha dicho que es porque así pueden captar, poco a poco, lectura tras lectura, los detalles de la historia. Además, como maestros o padres podemos utilizar estas historias para presentar contenidos. En estas edades, para elegir un cuento, hay que tener en cuenta las ilustraciones y fotos, que sean sugerentes y den pie a que podamos entablar una conversación con los niños, libros de canciones y juegos para repetir, cuentos con historias para momentos especiales o rutinas (el baño, la cena, irse a la cama…). A esta edad, lógicamente, no saben leer, pero no es necesario esperar a ese momento, porque los cuentos que son adecuados, tienen unas imágenes que cuentan por sí mismas, -o por lo menos sugieren-, la historia o parte de ella y serán estas imágenes y las historias que los adultos, -padres y maestros- les contemos, lo que les atraerá hacia la lectura o les “repelerá” de la misma.

4) Libros para niños de 3 a 5 años: suelen asistir a la escuela y por tanto, están más familiarizados con los libros. A estas edades son capaces de interpretar una narración de mayor complejidad, por lo que las historias a elegir serán aquellas que les diviertas y cuyo lenguaje sea sencillo. En estas edades, es interesante dedicar un rato diario a la lectura como actividad conjunta, -el niño y el adulto-. Un buen momento es antes de irse a dormir. Para hacerle partícipe, seguiremos el texto con el dedo para que pueda seguir la lectura. Otro aspecto importante es que lea él partes del texto y, para que sea una actividad movida por el interés y no por la obligación, sería perfecto permitir al niño que elija el cuento.

Mi creación literaria

Irune nos pidió que, como actividad práctica, hicieramos un cuento.

En mi caso decidí hacer uno dedicado a la mamás, alguien muy importante tanto en la vida de los niños, como en la nuestra y figura que suscita un gran interés en los más pequeños.



El cuento trata también el tema de los sentimientos y su identificación. El libro, además, es un cuento-juego, ya que utilizo velcro para que los niños, viendo el dibujo y la consecuencia, decidan qué sentimiento va en cada frase.
Así, tenemos 5 sentimientos:



Y cinco páginas donde colocarlas, como, por ejemplo, esta



De este modo el cuento, colocados los sentimientos correctamente, es el siguiente:













Tuvo sus problemas técnicos, pero al final estoy contenta con el resultado... Desde luego, es mejorable y seguiré elaborando cuentos para los niños y con ellos siempre que sea posible.

Espero que os guste y... ¡Gracias Irune! Sin esta asignatura, ni se me habría ocurrido, ni me habría sentido capaz.

Reflexión del bloque 1: biblioteca de aula

En este bloque hemos buscado información sobre por qué debe haber una biblioteca dentro del aula de infantil, qué objetivos persigue, cómo debemos gestionarla y cómo conseguir que los niños se acerquen a ella.

Me parece muy importante que en todo centro educativo haya una biblioteca por aula, independientemente de la metodología utilizada. Parece que sólo tiene cabida este rincón, en una metodología por proyectos o por rincones y no es así. Hemos de educar a los niños en la cercanía a los libros, ya que les sirven tanto para buscar información y resolver trabajos, como para aprender o, simplemente, divertirse. Es muy difícil educar a un niño en el amor por los libros y por la lectura si crece sin libros a su alrededor. Y desde luego, los libros son herramientas que no pueden faltar en un aula, sea para la edad que sea.

La actividad del bloque, que era realizar un proyecto de una biblioteca de aula para Educación Infantil, la verdad es que me ha resultado bastante complicada. Al principio no, porque más o menos, te documentabas, las ideas que leíamos eran similares a las propias y lo plasmamos por escrito. Me sentí muy orgullosa del trabajo, pero... después de las exposiciones y de las palabras de Irune, me dí cuenta de que, igual, habíamos indagado poco, y además, de que habíamos mezclado cosas de gestión y de dinamización. Para solucionarlo, sólo había una vía: seguir buscando y leyendo información, tener bien claro lo que era cada cosa (gestionar una biblioteca de aula, dinamizar una biblioteca de aula, ambientar una biblioteca de aula...) y ciertos requisitos básicos y, a partir de ahí, todo lo que pudiésemos añadir. La verdad es que, viendo el resultado, estoy más que orgullosa y, comparándolo con el proyecto anterior, yo misma veo las diferencias entre ambos y, cierto es, que la mejora es importante.

He de decir que mediante la búsqueda de información que ha precedido a nuestro diseño de todo lo que conlleva una biblioteca de aula, he aprendido bastantes cosas importantes, de entre las que destaco algunos de los objetivos que tiene este rincón en el aula de Educación Infantil. Puede parecer que se pretenda, simple y llanamente, acercar a los niños a los libros y crear en ellos un hábito de lectura. Sin embargo, aparte de estos objetivos hay otros que me han llamado mucho más la atención y que, considero realmente importantes, como son transmitirles que la literatura es divertida, que leer un libro es gratificante y mueve en nosotros multitud de sentimientos.

Creo que este último objetivo es fundamental y que está muy descuidado en las escuelas hoy en día. Sin ir más allá, pondré un ejemplo del curso pasado, con un niño que entonces tenía 4 años, en un colegio de Majadahonda. Era el día del libro y salió del colegio contando todo lo que habían hecho en ese día festivo: que les habían leído cuentos, que habían podido ir a la biblioteca, en fin... muchas actividades acordes con la festividad. Entre otras cosas les habían regalado un libro. Pero estas no fueron las palabras que salieron de su boca, él dijo: "Mira, me han dado esto". Era un cuento. A lo que yo le respondí: "¡Hala! ¡Qué chulo! ¿Te lo han regalado en el cole por el Día del Libro?" y el niño me contestó: "No, no es un regalo, es un libro".

El día de mañana, cuando tenga mi aula, pretendo no sólo fomentar la lectura entre mis alumnos, sino también transmitirles el gusto por la literatura, despertarles el disfrute que se puede obtener con las historias que nos cuentan los libros, pretendo que se den cuenta de que con un libro te puedes reír a carcajadas, o llorar, o emocionarte, o que se te pongan los pelos de punta...y es una sensación maravillosa. Pretendo que descubran todo esto para que, si el día del libro les damos un cuento, no sea "un libro" sino un regalo.

Biblioteca de aula (modificado)

Aula de la biblioteca infantil
El aula de ubicación para nuestra biblioteca es del curso de 5 años.

JUSTIFICACIÓN TEÓRICA

Introducción.

Podemos considerar la Biblioteca como un importante recurso didáctico que ayudará a los pequeños a tomar contacto con el libro y con la lectura. Pero cuando hablamos de biblioteca, no debemos considerarla como la de los adultos, sino que tenemos que crear dentro del aula un espacio donde los alumnos y alumnas se sientan cómodos y, jugando, adquieran conocimientos y se entretengan, ya que además de la Biblioteca del Centro, a la que periódicamente podemos visitar, los maestros de Infantil debemos crear una

Biblioteca dentro del aula.

Esta Biblioteca desempeña un papel fundamental en Educación Infantil, pero como dijimos anteriormente, no debemos concebirla como la de los adultos, sino que tenemos que crear dentro del aula un rincón, acogedor, agradable y accesible.

Animar a la lectura en Educación Infantil es relativamente sencillo por parte de los maestros y maestras de esta Etapa y extremadamente agradecido por los pequeños. Basta ver sus caras expectantes cuando escuchan las palabras mágicas que abren paso a la historia: "Érase una vez"..."Había una vez…”, "Os voy a contar la historia que ha sido escrita en este libro....”.
En esos momentos, ellos y nosotros comenzamos a vivenciar, y a sentir historias que no son las nuestras, pero que nos hacen gozar, imaginar y compartir.

Si de vez en cuando, antes, durante o después de la narración/lectura compartida introducimos juegos anticipatorios, fórmulas de participación en la narración/lectura, y actividades de recreación podremos vincular la lectura a experiencias placenteras, atractivas y significativas que hagan desear el libro y la literatura oral. Aunque, por supuesto, no siempre es necesaria toda esta parafernalia lúdica preparatoria. Esto dependerá del contexto donde nos encontremos, de la motivación de nuestro alumnado y de los objetivos que pretendamos.

La lectura puede llegar a ser un hábito saludable, personal y transferible cuando queremos compartir con los demás nuestras lecturas; pero esto será más tarde y dependerá en buena medida de la pasión y el entusiasmo que el maestro le ponga.

En la Etapa de Educación Infantil, es fundamentalmente un acto compartido, con sus compañeros, maestros y familia, puesto que se crea un vínculo afectivo entre el adulto que explica o lee el relato y el niño que escucha.

¿Porqué una biblioteca de aula?

La Biblioteca de Aula constituye un instrumento importantísimo dentro de la Educación Infantil para acercar a lo niños/as a la lectura, para despertar en ellos su curiosidad y su interés por el mundo de los libros. Así, como dice el refrán popular, “lo que se aprende con babas no se olvida con canas”. Es por ello tan importante que los niños y niñas de Educación Infantil se vayan familiarizando con los libros, aunque para ellos leer sea sinónimo de mirar y tocar los libros; conseguiremos de este modo el objetivo que pretendemos a lo largo de toda la enseñanza obligatoria: que los alumnos lean.

Rincón de lectura.

Es el espacio físico donde tienen la oportunidad de leer, compartir con los otros y de poner en juego las estrategias y conocimientos previos que tienen sobre el tema de forma autónoma, ejercitando su papel de usuarios de la biblioteca de aula y de respeto a las normas establecidas para su uso.

Las sesiones de animación lectora de gran grupo, se realizan en el propio rincón (si lo permiten sus dimensiones) o en la alfombra. Los niños y niñas deben acostumbrarse a usar este espacio porque supone un cambio de ambiente y porque es ahí donde están los libros, dónde pueden encontrar las historias impresas de los relatos que cuentan los adultos y dónde pueden realizar actividades relacionadas con el placer y la información que generan los libros.

Las actividades de animación a la lectura no deben presentarse de una forma aislada del currículo sino integrada en un proyecto lector del centro, consensuado y planificado por el profesorado. Una vez que se haya pensado en la necesidad de realizar determinadas actividades relacionadas con las líneas pedagógicas del centro se deberá acudir a las personas o empresas que puedan organizarlas y no al revés. Estas actuaciones aisladas, tales como encuentros con autores, mesas redondas, charlas, etc., no tienen un sentido pedagógico si no responden a una política lectora continuista y a un plan lector de centro.

Objetivos que persigue la animación a la lectura.

• Disfrutar con la lectura y la narración de cuentos populares y libros de animación.
• Desarrollar el hábito lector.
• Descubrir la diversidad de los libros y sus posibilidades lúdicas, estéticas, expresivas, recreadoras, creativas, etc.
• Aprender con la lectura: vivenciar otros mundos y realidades.
• Afianzar el proceso de madurez (el acto de leer implica a todas las dimensiones personales: inteligencia, voluntad, fantasía y sentimientos).
• Fomentar la sensibilidad, la afectividad y el gusto estético.
• Transmitir valores positivos (solidaridad, estima a la naturaleza, respeto a los demás,..).
• Compartir las experiencias lectoras y tener la oportunidad de transmitir sus sentimientos.
• Difundir la literatura oral y escrita en las diversas lenguas del Estado Español, en el caso de las comunidades autónomas bilingües.
• Distinguir entre los géneros literarios: narrativa (cuento) y poesía.
• Identificar el título, personajes y tema, autor o autora, ilustradora o ilustrador.

Momentos en la animación a la lectura.

Se distinguen cuatro momentos:

1.PREVIOS: Hace referencia a la organización de cada una de las sesiones de animación lectora: selección de textos y relatos; objetivos que pretendemos en la sesión; espacio y tiempo en la programación del aula; materiales que vamos a precisar; etc.

2.ANTES DE LA LECTURA: Fase de motivación. Su finalidad es crear expectación, ganas de conocer el libro, disfrutar, jugar y anticiparse a la lectura.

3.PRESENTACIÓN/LECTURA: A continuación se suele presentar el libro, se observa por fuera, se habla del título, de la ilustración de la cubierta, de quién lo ha escrito, dibujado,... La simple observación de las cubiertas abre paso a un amplio repertorio de actividades. Después, se lee /narra el libro y se pueden incluir algunas estrategias que permiten mantener la atención y la participación del grupo-clase en la lectura. A continuación el libro pasa al Rincón de lectura. Se puede aprovechar este momento para llamar la atención sobre otros libros que tratan temáticas similares o de un mismo personaje. Se registra el libro en los “registros del aula”. Y ya está listo para el préstamo y la lectura individual o compartida en el aula.

4.POSTERIORES: En ocasiones, es interesante, pero no imprescindible, plantear algún tipo de actividad motivadora y atractiva después de la presentación del libro o relato. Hemos de tener en cuenta que no se trata de averiguar si han comprendido al "dedillo" la historia o de hacer veinte mil fichas al respecto de tal forma que al final se pierda la referencia del libro y el encanto inmediato. Se trata de aprovechar el libro leído como recurso y estímulo expresivo, como fuente de juego o simplemente como la historia significativa y deseada que al niño y a la niña le apetece releer y remirar en el Rincón de lectura o en su casa, con su familia.

Ubicación.

Es importante que el espacio de la biblioteca responda a las necesidades de los distintos usuarios, así pues, primero debemos pensar en los grupos de edades del alumnado y en el equipamiento que necesitan. Luego reflexionaremos a cerca de las actividades que se realizan o se van a realizar en la biblioteca: lectura individual, trabajo en grupo, audición de música, aprendizajes con medios audiovisuales, aprendizajes con programas informáticos, etc. Cada actividad, dependiendo también de la edad, necesita un equipamiento específico (mesa alta, cojines, alfombra, ordenador, vídeo, auriculares, etc.) y requiere unas condiciones especiales de ambientación (insonorización, decoración infantil, decoración juvenil, ambiente informal, ambiente que invite al estudio o a la relajación, etc.)

Temporalización.

A lo largo del curso escolar, modificándose algunos componentes a lo largo de la Unidades Didácticas.

Si queremos utilizar la biblioteca como lugar de aprendizaje activo, debe estar abierta durante todo el horario lectivo. Si, además, se abre fuera del horario lectivo conseguiremos que la biblioteca sea un espacio de libre acceso a la información, que permita la igualdad educativa de todo el alumnado con independencia de su condición social y familiar.


Objetivos.

• Familiarizar a los niños y niñas con los libros.
• Adquirir hábitos de lectura desde edad temprana.
• Considerar la lectura como una actividad placentera.
• Desarrollar la creatividad.
• Disfrutar con la lectura.

Necesidades a las que se responde.

Mediante la biblioteca, responderemos y daremos respuesta a las necesidades que los alumnos y alumnas de esta edad tienen. Entre otras tenemos las siguientes: de reposo, de expresión y comunicación, de creación, de creatividad, de imaginación, de socialización, de autonomía, de juego, etc.

Fondos de la Biblioteca.

A la hora de planificar con qué fondos va a contar la biblioteca, hay que tener presente dos cuestiones básicas:
• La diferente tipología de libros.
• La necesidad de convertir la biblioteca en una auténtica mediateca y, por tanto, abrir sus puertas a un espectro amplísimo y flexible de materiales y recursos.

Al constituir el fondo de la biblioteca debemos tener en cuenta no sólo criterios cuantitativos, sino también cualitativos. Es decir, el fondo ha de ser sobre todo variado y equilibrado, aunque no sea posible inicialmente una gran amplitud.

Hay que pensar en formar una colección coherente, rica en perspectivas, matices, tipologías textuales, variada en escritores e ilustradores, colecciones, géneros y soportes, y en la medida de nuestras posibilidades, lucharemos por su actualización. Asimismo, habrá que tener un “radar” preciso para captar desfases conceptuales y formales, y para localizar “lagunas” y materiales deteriorados que será preciso reparar inmediatamente o, en algunos casos, reciclar.

Ambientación

Ambientar no significa decorarla y nada más. Significa pensar en incorporar recursos y material educativo con sentido pedagógico y didáctico. Es importante incluir espacios motivadores, estimulantes e incentivadores, para poder causar en los niños, iniciativas y aprendizajes constructivos.

Un ambiente estimulante y a la vez limpio y ordenado proporciona seguridad y estimula el aprendizaje. Para lograr seguridad y bienestar, conviene encontrar el equilibrio entre: necesidad de estar solo y socialización, tranquilidad y movimiento, actividades individuales y de grupo.

Al disponer de una zona para la lectura, se debe observar su situación en el conjunto del espacio a la vez que, se debe estudiar sus posibilidades de iluminación. Los elementos decorativos motivadores deben variar a lo largo del curso.

La distribución debe facilitar el acceso fácil de los niños y niñas a los materiales que precisen.

Material necesario.

• Estanterías bajitas.
• Colocar los libros de cara, no de canto.
• Cojines, alfombra y si es posible mesita-camilla.
• Libros, fotografías, imágenes, C.D., etc.
• Estanterías de libros individuales. En ella estará el libro individual de cada niño/a con sus fotografías, recetas de sus padres, poemas, canciones, etc. y todo lo que quieran anotar en él. Este libro servirá para toda la etapa de Educación Infantil.
• Libro viajero: se lo lleva cada día un niño a su casa y en él anotan en su casa lo que quieran. También pueden hacer dibujos relacionados con los contenidos que estemos viendo en la escuela.
• Estantería de libros protagonistas: consiste en traer un libro a la escuela cuando ellos quieran de forma voluntaria y lo compartan y comenten con los compañeros y compañeras.

CONCLUSIONES SOBRE LA INFORMACIÓN DESTACADA.

• Realizar un proyecto de biblioteca de aula y su correspondiente zona de lectura, conlleva realizarlo de una manera significativa, centrado en los niños y en los múltiples beneficios que supone el fomento de la lectura en edades tempranas.
• No debe de ser un diseño aislado sino que requiere de participación, cooperación y compromiso por parte del maestro y del alumnado, así como, de todo el personal que conforma el centro educativo, y de la colaboración de las familias.
• El objetivo que persigue esta iniciativa es el descubrimiento y acercamiento a la lectura y el disfrute y las ventajas que conlleva la misma.
• Además, supone la dotación de diversos valores: responsabilidad, socialización, colaboración, respeto, empatía …
• Con el progreso y la evolución del proyecto se consigue que el niño realice, tanto momentos grupales (de diálogo, debates) como momentos individuales e íntimos, a la vez que contribuye al desarrollo de capacidades de identificación, análisis y evaluación.
• La lectura abre un mundo de creatividad e imaginación para los niños, y una herramienta y recurso didáctico interesante para los maestros.
• La animación a la lectura no sólo promueve hábitos de lectura en los alumnos sino también aporta la consecución de habilidades comunicativas y expresivas (tanto orales como escritas).


Información sacada de:

http://perceianadigital.com/index.php/materiales-didacticos/280-la-biblioteca-de-aula-en-educacion-infantil

http://dpto.educacion.navarra.es/publicaciones/pdf/blitz2_cas.pdf

http://www.quadernsdigitals.net/datos_web/hemeroteca/r_7/nr_106/a_1267/1267.html

http://www3.unileon.es/dp/ado/ENRIQUE/practicu/Espacio.htm

http://sol-e.com/bancorecursos/index_br.php
verSeccion=actividades_especiales.php

http://dpto.educacion.navarra.es/publicaciones/pdf/blitz2_cas.pdf

SITUACIÓN.

Se trata de un espacio habilitado compuesto por dos zonas: zona de lectura y zona de libros.



A la hora de colocar la biblioteca de aula y la zona de lectura, hemos considerado los siguientes elementos:

• Espacio amplio, para que los niños puedan acceder fácilmente, sin estructuras o barreras que obstaculice al niño su “gusto por la lectura”.
• Luminosidad. El aula goza de amplios ventanales, en donde incide la luz solar durante todo el día. Consideramos importante que el espacio de lectura sea luminoso para que se `puede observar con claridad la diversidad de libros que se pueden leer/contar.
• Comodidad. Se dispone de colchonetas que amortiguan la dureza del suelo, a la vez que aportan calidez al mismo, así como cojines (traídos por las familias de los niños) para la comodidad al sentarse en el suelo.

Hay que decir que la zona de lectura es a la vez zona de asamblea, por lo que resulta un espacio versátil y conocido por los niños. En dicha zona, no sólo se fomenta la lectura, sino también el diálogo y la escucha.


DISEÑO Y FONDOS

Como la zona destinada a biblioteca en el aula escogida tiene carencias, la principal, la falta de espacio para los cuentos, haremos lo siguiente:

Colocar una estantería de tamaño adecuado para que los niños puedan alcanzar todos los libros que haya en ella. Los libros estarán colocados de forma que los alumnos puedan ver todas las cubiertas. Como el problema del espacio, continua existiendo, en esta estantería estarán exclusivamente los fondos “fijos”, es decir, aquellos libros que tendremos disponibles para los niños durante todo el curso escolar.

a) Ambientación.

Nuestra biblioteca se llama “El Mundo de los Cuentos”.

La zona de los libros está situada en una estantería de baja estatura para que los niños puedan acceder a ellos sin dificultad. En ella hay motivos decorativos: “pequeños países” (similar a los países de un planisferio) de fieltro de distintos colores, y dentro del mismo, el dibujo de un libro. De esta forma, atraemos la atención de los alumnos para que se acerquen a la variedad de libros que hay, y mostramos el significado del nombre de nuestra biblioteca: mundo = muchos países. Biblioteca = muchos libros y cuentos.

La zona de lectura, como ya hemos mencionado, es también zona de asamblea por lo que dispone de carteles, a la altura de los niños, para realizar dicho cometido:

• Cartel en donde hay una gran tabla compuesta por los apartados “casa” y “cole” (colocarán los alumnos unas etiquetas plastificas y con “blue tack” por detrás, con los nombres de alumnos y así identificarán quién ha venido o no a clase).
• Amplio calendario que contiene día de la semana (con letras y el número), mes, estación en la que se está y año.
• Mural de animación a la lectura elaborada por los niños (se irá añadiendo pequeños murales más, a medida que vayamos realizando unidades didácticas).
• Zona de exposición de dibujos de los alumnos.

En esta misma zona está situada, en el suelo, una amplia colchoneta azul en donde los niños se pueden sentar. Para contribuir a la comodidad de la misma, se les pedirá a los padres (a principio de curso) que cada niño traiga a clase un cojín de su casa (para sentir la zona como si estuviesen en casa).

Ya que se trata de un espacio en el que se requiere de atención (ya sea en la asamblea, en un cuentacuentos, o en la lectura individual) no es aconsejable sobrecargar todo con colores demasiados fuertes, ya que eso supondría un esfuerzo visual innecesario. Por ello, nuestro rincón está armonizado con colores suaves que inviten a la concentración y a la tranquilidad (verdes, azules, blancos…).

Debido a que se encuentra dicha zona, cerca de la ventana, hay que controlar la luminosidad que entra de la misma. Lo suyo es usar una luz tenue que sirva para la lectura pero que no llegue a molestar. Por ello, colocaremos unas cortinas para que incida la luz pero no perturbe la visión, siendo también de tonos claros y poco "recargados".

Ésta será la ambientación inicial, elegida en asamblea por los niños a principio de curso. Sin embargo, no será constante durante todo el curso ya que, al principio de cada trimestre decidiremos en asamblea una nueva ambientación (en lo que se refiere a murales).

Fondos

Esta parte de la biblioteca representará aproximadamente dos tercios de los libros disponibles en el aula. (60%)

Los libros y cuentos que incluiremos, por tanto, serán:

• de tipo lúdico, pictocuentos, libros pop-up, álbumes de imágenes, etc… (22%)
• Libros creados con y para los niños (15%)
• Libros con funcionales tanto de su etapa como superiores (libros sobre animales, diccionarios de imágenes, etc…) (5%)
• Libros traídos de casa por los niños. En este caso hay que hacer una aclaración, ya que se informará a los padres de que cierto tipo de libros no podrán traerse al aula (libros de Disney, libros de “365 cuentos…”, “365 adivinanzas”, etc…) (5%)
• Revistas, periódicos, catálogos, etc… (5%)
• Libros viajeros. (8%)

Para el resto de libros (40%) hemos ideado un sistema para tenerlos a la vista y repartidos por toda la clase. Este sistema consiste en clavar en la pared escarpias forradas con goma-espuma y cinta aislante de colores (poniendo una bola de plastilina en la punta) para que los niños no corran ningún riesgo. Posteriormente, a cada cuento o libro le haremos dos pequeños agujeros en la parte superior por donde pasaremos un hilo o cuerda para colgarlo de la escarpia. Tendremos cuidado de que las portadas queden de cara a los niños y de que la altura sea adecuada a la estatura de los pequeños. Los libros que dispondremos con este método serán los “fondos temporales”, es decir, los utilizados para cada proyecto concreto. Esta “biblioteca” constará, por tanto, de los libros seleccionados para trabajar cada proyecto.

Por último, en la zona fija, tendremos, colocado en la pared, un estante más alto donde situaremos los “libros de la maestra” que serán cuentos más delicados, libros de cuentos para maestras (para adaptar), libros de teatro para maestras de infantil (para adaptar las obras a los niños), libros de cuentos folklóricos (que requieren adaptación), etc…

Un ejemplo de los libros de clase.

Lista de fondos fijos:

-¿A qué sabe la luna?
-El jardín de Babai
-Sonatina
-Este monstruo me suena.
-Adivina cuanto te quiero
-Enamorados.
-En busca del beso.
-Todos sois mis favoritos.
-Un culete independiente.
-El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza.
-¡Menuda sorpresa!
-Donde viven los monstruos.
- ¡No dejes que la paloma conduzca el autobús!
- El mensaje secreto de cumpleaños.
-La semillita.
-¿Quieres ser mi amigo?
-¿Qué prefieres?
-El Secreto.
-El ladrón y la bailarina.
-La Rayuela.
-¿En qué piensas?
-¿Dónde perdió Luna la risa?
-Cuando a Matías le entraron ganas de hacer pis en la noche de Reyes.
-Confundiendo historias.
- Orejas de mariposa.
-Ser princesa no es cuento.

Lista de fondos temporales (ejemplo de proyecto: el cuerpo humano).

-El cuerpo humano
-Cómo estamos hechos
-Cómo respiro
-¿De dónde venimos?
- Mi primer álbum del cuerpo
- El cuerpo humano. Diccionario de los peques.
- Mi atlas Larousse del cuerpo humano.

GESTIÓN DE LA BIBLIOTECA

a)¿Cómo conseguimos los libros?

Hemos pensado que hay cinco vías posibles para formar la biblioteca de clase:

• Los libros que compra la propia escuela o colegio. Siempre tendremos que tener en cuenta, a la hora de elegirlos, que se adecuen a las características psicoevolutivas y a los intereses de los niños que tenemos en clase.
• Otra opción barata y, en algunos casos gratuita, es utilizar los libros que venden/regalan las editoriales a los centros educativos por la compra de material escolar, libros de texto etc… Estos libros suelen estar preseleccionados para cada curso.
• Una buena posibilidad es pedir la colaboración de los padres para que donen al centro los libros y cuentos de los niños, una vez éstos dejen de utilizarlos. Unida a esta, existe la opción, sobre todo para los libros de proyecto, de que los niños lleven a la escuela libros y cuentos relacionados con el tema (durante la realización de dicho proyecto), siempre contando con el consentimiento de los padres.
• Utilizar el bibliobús, puede ser también una buena opción a la par que gratuita. Además, siempre es una forma de conocer libros nuevos y, si es posible, adquirirlos con posterioridad. Otra cosa positiva, es la interactuación con el responsable del bibliobús.
• Por último, no podemos olvidarnos de la creación literaria tanto para, como con los niños. Esta es una opción prácticamente gratuita y que cuenta con una gran acogida entre los alumnos por que consideran “como realmente suya” parte de la biblioteca de aula.

b)Préstamo

En primer lugar, para el préstamo haremos un sistema de carné de biblioteca que consiste en:

1. Hacemos un carné a cada alumno con su nombre, su clase, etc… Este carné estará plastificado y constará de una parte con velcro en la que figurará la foto del niño.

2. Delante de cada libro de la estantería, -o encima de cada escarpia-, habrá otro velcro con el título del cuento.

3. En una zona de la clase cercana a la biblioteca, pondremos una cartulina con una lámina de velcro y con el título: “libros que no están”.

Procedimiento: Cada vez que un niño se lleve un cuento o libro, pondrá el título pegado en la cartulina y en su lugar el velcro con su foto.

Los niños podrán llevarse libros a casa siempre que quieran, sin importar el día de la semana que sea. El plazo máximo para devolverlo a su sitio será de una semana. La profesora llevará una hoja de control, de modo que los niños al irse a casa dirán si se llevan un libro o no. (No es necesario saber cuál es por el sistema de velcro).

c)Utilización de la biblioteca.

•Como gran grupo, se utilizará en la hora del cuento.
•En pequeño grupo en los momentos del día dedicados a Rincones.
•Individualmente en cualquier rato libre que tengan los niños: hora de la siesta, juego libre, etc…

d)Normas de la biblioteca

En una asamblea grupal, discutimos y decidimos las normas que regirán nuestra biblioteca de aula. Las conclusiones a las que hemos llegado son:

•Respetar el plazo de devolución. Si no, se penalizará con 3 días sin llevarse libros a sus casas.
•Cada día tendremos un responsable de la biblioteca, que será quien se encargue de que todo esté en su sitio y no haya nada roto.
•Cuando terminemos de utilizar un libro, lo dejaremos en el mismo sitio del que lo cogimos.
•No se pueden sacar los libros al patio o al comedor.
•No se puede utilizar ningún libro sin carné.
•Si más de un niño quieren el mismo cuento, lo tendrán que compartir.
•No romper ni estropear ningún cuento, ¡son de todos!.
•Si encontramos algún libro estropeado, lo llevaremos a la “Enfermería de los libros”.

e)La enfermería de los libros.

La enfermería de los libros, es una caja de cartón decorada de forma que parezca un hospital (tendrá pintada una fachada de un hospital, con una cruz roja encima de la puerta).

Los niños depositarán allí los libros que estén “malitos”. Los profesores se encargarán de arreglarlos.

Una vez arreglados, se les pegará en la portada una tirita grande y ese libro no podrá sacarse del aula durante la próxima semana. Una vez transcurra esa semana, se quitará la tirita y todo volverá a la normalidad.

DINAMIZACIÓN DE LA BIBLIOTECA DE AULA

Tras la lectura del libro el niño hará una actividad sobre el mismo, a elegir entre las siguientes:

1. Que el niño cuente el cuento a sus compañeros y les diga “cuánto le ha gustado”. De esta forma además de practicar su lenguaje oral, puede animar a otros niños a que lo lean.

2. Hacer un ficha en la que, por una cara escribirá su nombre, el autor del cuento y el título. Después habrá dos dibujos como estos





y tendrá que colorear el primero, si el cuento le ha gustado, o el segundo, si no le ha gustado. En la parte de atrás de la hoja podrá dibujar lo más significativo del cuento para él.

3. Realizar una serie de preguntas con respecto al cuento leído en clase. Se trata de buscar el interés de los niños en relación con el libro que se ha contado. Se pude ir más allá y realizar preguntas más personales, fomentando sentimientos de empatía y de lógica. Ejemplo: ¿Por qué crees que el personaje ha hecho eso? ¿Tu qué harías si te ocurriese?

4. Hacer (profesora) unas plantillas con dibujos del cuento leído, plastificadas y con velcro por detrás. El juego consiste en ir preguntando a los niños donde iría cada una de las plantillas, de tal forma que se va ordenando la historia. Los niños irán colocando las plantillas de velcro en un panel habilitado para que se peguen, y así se va viendo cómo, poco a poco, se va ordenando el relato escuchado.

5. Cada niño dibuja (a su forma) el personaje que más le ha gustado del cuento.

La hora del cuento

En nuestra aula, tenemos dedicados entre 30 y 45 minutos al día para contar o leer un cuento y es lo que llamamos la hora del cuento. Se suele hacer a última hora, antes de la salida.

Esta actividad diaria es una buena forma de que los alumnos conozcan los distintos libros que tienen en la biblioteca del aula. Además de contar/leer algunos de ellos, también utilizaremos estrategias como enseñarles la portada y hacerles preguntas (¿De qué creéis que va este cuento? ¿Quién creéis que es su protagonista? Etc…) para fomentar la curiosidad por ese libro y animarles a cogerlo.

Para esta hora del cuento, tenemos, en la zona de biblioteca de aula, en un estante más alto (no está a la altura de los niños) una caja forrada con papel oscuro y gomets con forma de estrellitas brillantes que denominaremos “la caja mágica de los cuentos”. Esta caja la utilizaremos en la “hora del cuento”, cuando vayamos a utilizar como estrategia el cuentacuentos. La utilizaremos metiendo cosas dentro de la caja. Pero no cosas cualesquiera, sino elementos relacionados con el cuento, para crear un ambiente evocador, que favorezca la imaginación de los niños y producir una mayor expectación ante el cuento.

Por otra parte, si algún alumno tras leer un cuento decide hacer una de las actividades de post-lectura que implican a todo el grupo-clase, se programará de un día para otro, y se llevará a cabo en esta “hora del cuento”.

Los viernes, como es un día especial, invitamos a padres, abuelos u otros familiares a que colaboren con nosotros en la hora del cuento a través de un cuentacuentos, una narración con libro o una lectura.

Otra parte de la animación a la lectura consiste en un concurso. Tendremos una cartulina con los nombres de los niños y, cada vez que lean un cuento y hagan una de las actividades anteriores, se le dará un punto si está bien y dos puntos si está muy bien. Estos puntos se representarán con gommets: los amarillos serán de un punto y los verdes de dos puntos. El día del libro se hará un recuento de los puntos y habrá premios para los tres con más puntos. Además, al ganador, se le dejará escoger un libro y la profesora le regalará una fotocopia del mismo.

jueves, 19 de mayo de 2011

Leer sin saber leer

Me parece acertado el documento, ya que aunque los más pequeños no sean capaces de leer, es decir, descodificar el lenguaje escrito, son capaces de ver el cuento, olerlo, imaginar a través de sus imágenes... Y, por supuesto, son capaces de recibir la literatura de los adultos.

El acercamiento a la literatura es desde el nacimiento, empezando por las nanas... Y me parece muy acertado utilizarlas con los niños, luego pasamos a las canciones y a los cuentos de fórmula y así poco a poco hasta textos literarios con estructuras cada vez más complejas.

Me parece fundamental el acercamiento paulatino a la literatura y, cuando el niño sea mayor, que vea a sus padres leer y vea libros a su alrededor. Esto es como aquel anuncio de "¡Si tu lees, ellos leen!"



Creo que es muy importante inculcar a los niños el gusto por la lectura y considero que esto no es sólo trabajo de los maestros y la escuela, sino también de los padres de los niños. Esto es a lo que se refiere Luisa Mora cuando dice en su artículo “que son quienes tienen que acompañar a los pequeños en su camino de convertirse en lectores”.

Está claro que en un hogar en el que los padres leen, hay más posibilidades de desarrollar un hábito de lectura en los niños, que en aquellos en los que no existe la posibilidad de leer porque apenas hay libros en la casa. Si un niño no ha visto a sus padres leer nunca, o ha tenido la mala suerte de que sus padres sean “alérgicos” a los libros (con esto me refiero a no leer, no tener libros, defender que leer no sirve para nada, y actitudes similares…) no veremos a ese niño acercándose por sí mismo, con su curiosidad natural, a la literatura.

Para esta “educación lectora”, considero esencial que los padres tengan una actitud reflexiva, abierta y responsable a la hora de comprar un libro, atendiendo siempre a la edad que tienen los niños, a las características del cuento, a la temática del mismo, etc… (Para más información, véase la entrada cómo elegir un buen libro infantil).

La madre oculta

Gerardo Gutiérrez, en el artículo titulado “La madre oculta”, señala que las hadas y las brujas son representaciones de las madres. Esta afirmación, antes de leerla en este artículo, se la escuché a Irune y, sinceramente, fue algo que se me quedó grabado, me sorprendió un montón. Anda que no habré visto películas y escuchado cuentos en los que aparecen esos personajes, y nunca me di cuenta de esa comparación. Sin embargo, es lógica la explicación que de ella da el autor: señala que, en muchos cuentos, la madre desaparece, -ya sea porque muere o porque se va-, véase el ejemplo de Blancanieves o Cenicienta. Al desaparecer la madre, se utiliza una “sustituta” de la misma: la madrastra, que representa al personaje, -bien sea hada, bien sea bruja-, con quien el/la protagonista ha de enfrentarse para resolver una serie de conflictos y “madurar”, para llevar a cabo su viaje iniciático.

Este autor se basa en las investigaciones de Propp, quien, recordemos que analizó la literatura folklórica según sus componentes, y mediante el estudio de dichos componentes clasificó los cuentos en: mitos, cuentos de animales, cuentos de fórmula y cuentos de hadas o maravillosos.

En los cuentos de hadas o maravillosos, podemos hablar de las hadas (quienes ayudan al protagonista) y las brujas (a quien se enfrenta el protagonista). Sin embargo, hay otro personaje femenino importante: la maga.



Hay tres formas de maga: una es la maga donante, que se corresponde con el hada;



otra la maga raptora, que se corresponde con la bruja;



y, por último, la maga guerera.



La maga, en cualquiera de sus tres representaciones, siempre será madre o madrastra del/la protagonista, pero nunca esposa.

Como es lógico, el papel de maga es fundamental porque, además del papel de madre/madrastra, tiene otras representaciones como hada/bruja y, por tanto, es el personaje que interviene de forma activa (generalmente), para ayudar -en el caso del hada-,o dificultar -en el caso de la bruja-,el viaje iniciático niño-adulto del/la progatonista.


Si recordamos el artículo “Entre hadas y brujas”, ambos personajes se diferenciaban en que las hadas lo eran, y las brujas se hacían, pero ambas –hadas y brujas- no tenían un papel tan central en el cuento. Por su parte en el artículo de hoy, -“La madre oculta”-, se pone en relieve la enorme importancia de estos personajes, como sustitutas de la madre y, en muchos casos (si son brujas), como antagonistas.

Mientras que en el primer artículo, Teresa Durán señalaba los diferentes roles que tienen las mujeres en los cuentos, -princesas, madres y madrastras- (explicadas en el comentario del artículo “Entre hadas y brujas”), Gerardo Gutiérrez distingue tres formas de magas: donante (hada), raptora (bruja) y guerrera, y pone de manifiesto que la maga sólo es madre y nunca podrá llegar a ser esposa, cosa que no se comenta en el artículo de Teresa Durán.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Reflexión Bloque 5: Estrategias de comunicación literaria.

En este quinto bloque, hemos hablado sobre las 3 formas de comunicación literaria que podemos utilizar en el aula: el cuentacuentos, la narración con libro y la lectura.

Para acercarnos más a estas técnicas, hemos hecho una actividad práctica sobre las distintas formas de transmisión literaria que pueden darse en infantil. En mi caso, me ocupé de la narración con libro. Me resultó una actividad muy interesante, ya que, queramos o no, el día de mañana ese será "nuestro pan de cada día" y cuanto más preparadas estemos, mejor. Cierto es, que hubiese sido genial tener más tiempo en dos sentidos: por una lado, el lunes en clase para poder repetir más veces la narración y notar más mi evolución y mejora, y, por otro, más tiempo en el curso para haber hecho tres talleres y haber podido preparar las tres técnicas. De todos modos y aunque me haya "sabido a poco" creo que toda preparación es buena para nuestro futuro, porque, sinceramente creo que, en ese sentido, -el de contar y escuchar cuentos-, el público infantil es mucho más exigente de lo que fueron mis compañeras. Habrá que afrontarlo... Pero bueno, podremos seguir practicando el curso que viene y el siguiente en nuestras prácticas...

He de decir que este bloque me parece imprescindible para mí como futura maestra de Educación Infantil. Tenemos que darnos cuenta de que a esas edades los niños aún no leen, en todo caso, están empezando y, por tanto, la forma de transmitirles literatura es hacerlo nosotros mismos. Creo que los maestros debemos ser conscientes de la importancia de esta idea. Es más que probable que de estos primeros acercamientos a la literatura que se dan, tanto en infantil como en primaria, dependa el gusto que desarrolle cada niño por esta forma cultural. Es por esto que considero que la literatura debe tener como objetivo el disfrute y lo el ser capaz de rellenar una ficha.

Me refiero a esta idea porque empezamos en Infantil con la obligatoriedad de una "tarea post lectura", para seguir con los odiados resúmenes obligatorios en primaria y los comentarios de texto y los trabajos sobre la obra leída en secundaria y bachillerato... Y digo yo ¿para qué? ¿Para asegurarte de que se lo han leído? Pues hoy en día con internet, eso no es prueba de nada.

Sin embargo, vamos a plantearnos que en Educación Infantil y primaria, se pretenda el acercamiento a la lectura como medio de distracción, como algo lúdico, como algo bonito, como una actividad de esparcimiento, cuyo objetivo es el disfrute y no el ser capaz de luego superar una prueba, hacer una ficha o contestar unas preguntas. Probablemente si lo enfocásemos de esta manera, el acercamiento a la lectura y a la literatura sería desde otra perspectiva y dejarían de ser necesarias las listas de lecturas obligatorias que se reparten en la ESO en todos los institutos y colegios. Digo que dejarían de ser necesarias no porque a esa edad el niño se haya leído todos los libros de esas listas, (que si El Quijote, que si El sí de las niñas, que si El lazarillo de Tormes, que si El árbol de la ciencia, que si El cantar de mio Cid...), sino porque probablemente se acerque por iniciativa propia a esos libros, si no es ahora, más adelante.

Por otra parte, considero necesario para transmitir a los alumnos la visión de la literatura como disfrute, el ejemplo de sus padres. ¿Realmente podemos plantearnos que un niño que nunca ha visto a sus padres leerse un libro, o que nunca le han leído a él, decida un buen día coger un libro por iniciativa propia? Yo creo que no.

Así que, como futura maestra y como futura madre, me planteo muy seriamente la cuestión de la obligatoriedad de la lectura y de los métodos, -tanto en el cole, como en casa-, de acercar a los niños de forma positiva al maravilloso mundo de la literatura, -como un placer más de la vida-.

Actividad-taller Bloque 5

El lunes 16, en la clase de literatura nos trasladamos al aula de música para hacer la actividad-taller del bloque 5. El taller consistía en leer o contar un cuento siguiendo alguna de las tres estrategias estudiadas en este bloque.

Para ello, dividimos la clase en grupos de tres personas. En mi caso, hice la actividad (en primer lugar, ya que luego rotamos), con Anita y Andrea. En la clase anterior habíamos echado a suertes qué estrategia
utilizaríamos cada una, y a mí me tocó narración con libro.

Para llevar a cabo la narración con libro, utilicé un cuento que me había regalado mi madre hace poco, y que se titula “Te quiero”. Es de la misma colección que “Besos, besos” y lo elegí porque es también muy bonito y, además, mis compañeras no lo conocían.



La historia trata de una niña a la que Hugo, un compañero de clase, le dice que la quiere más que nadie. A partir de esto, Rosa (nuestra protagonista), empieza a darle vueltas al tema del amor y de cómo puede medirse. Así pregunta a su padre que si la quiere y que cómo la quiere, a lo que éste responde abrazándola y haciéndola cosquillas. Lo mismo ocurre con su madre, que la come a besos y baila con ella. Por la noche, como no le había quedado del todo claro, decide que al día siguiente irá a ver a su abuela, que seguro que tiene la respuesta. Y así lo hace. Su abuela, le explica lo que quiere saber gracias a su gato, Pichín. Le pregunta a Rosa que si quiere a Pichín igual que a Hugo y es así como la niña descubre la respuesta a sus preguntas.


Para poder realizar mi estrategia, como no se trata de leerlo, sino de narrarlo mostrando los dibujos a mis compañeras, tuve que leérmelo varias veces tanto el día anterior como antes de entrar en clase para, así, no quedarme en blanco al contarlo, ni liarme con lo que tenía que contar en cada hoja.

Aún así, me lié un poquito, pero no pasó nada grave… sólo en una de las páginas, me adelanté un poco en la narración. De todos modos lo corregí para la siguiente vez que lo conté. Además, la segunda vez, estaba más segura a la hora de contarlo, gracias al “ensayo” que había supuesto la primera narración.

Pedí a mis compañeras, Anita y Andrea, que me hicieran alguna crítica constructiva y lo único que me dijeron fue que no dijese “cuestión” (una “cuestión muy importante”), porque corría el riesgo de que los niños no lo entendiesen y que dejase un poco más de tiempo para ver los dibujos, que para ellas (adultos) estaba bien, pero que igual los niños querían detenerse un poquito más. Así que, así lo haré. En el segundo grupo (Sandra González y Meri) no me dijeron nada, así que o les dio vergüenza o mejoré de la primera a la segunda naracción.

Biblioteca de aula

Aula de la biblioteca infantil

El aula de ubicación para nuestra biblioteca es del curso 5 años.


La biblioteca de aula, consta de un espacio habilitado compuesto por dos zonas: zona de lectura y zona de libros.

En la zona de lectura, consideramos importantes los siguientes elementos característicos que ha de tener una “buena” biblioteca de aula infantil:

Espacio amplio, para que los niños puedan acceder fácilmente, sin estructuras o barreras que obstaculice al niño su “gusto por la lectura”.
Luminosidad. El aula goza de amplios ventanales, en donde incide la luz solar durante todo el día. Consideramos importante que el espacio de lectura sea luminoso para que se `puede observar con claridad la diversidad de libros que se pueden leer/contar.
Comodidad. Se dispone de colchonetas que amortiguan la dureza del suelo, a la vez que aportan calidez al mismo, así como cojines (traídos por las familias de los niños) para la comodidad al sentarse en el suelo.

Hay que decir que la zona de lectura es a la vez zona de asamblea, por lo que resulta un espacio versátil y conocido por los niños. En dicha zona, no sólo se fomenta la lectura, sino también el diálogo y la escucha.

Biblioteca de aula

Como la zona destinada a biblioteca en el aula escogida tiene carencias, la principal, la falta de espacio para los cuentos haremos lo siguiente:

Colocar una estantería de tamaño adecuado para que los niños puedan alcanzar todos los libros que haya en ella. Los libros estarán colocados de forma que los alumnos puedan ver todas las cubiertas. Como el problema del espacio continua existiendo, en esta estantería estarán exclusivamente los libros “fijos”, es decir, aquellos que tendremos disponibles para los niños durante todo el curso escolar. Los libros y cuentos que incluiremos, por tanto, serán de tipo lúdico, pictocuentos, libros creados con y para los niños, libros pop-up, álbumes de imágenes, etc… Esta biblioteca representará dos tercios de los libros disponibles en el aula.

Para el tercio restante de libros hemos ideado un sistema para tenerlos a la vista y repartidos por toda la clase. Este sistema consiste en clavar en la pared escarpias forradas con goma-espuma y cinta aislante de colores (poniendo una bola de plastilina en la punta) para que los niños no corran ningún riesgo. Posteriormente, a cada cuento o libro le haremos dos pequeños agujeros en la parte superior por donde pasaremos un hilo o cuerda para colgarlo de la escarpia. Tendremos cuidado de que las portadas queden de cara a los niños y de que la altura sea adecuada a la estatura de los pequeños. Los libros que dispondremos con este método serán los “temporales”, es decir, los utilizados para cada proyecto concreto. Esta “biblioteca” constará, por tanto, de los libros seleccionados para trabajar cada proyecto.

Por último, en la zona fija, tendremos, colocado en la pared, un estante más alto donde situaremos los “libros de la maestra” que serán cuentos más delicados, libros de cuentos para maestras (para adaptar), libros de teatro para maestras de infantil (para adaptar las obras a los niños), etc…

Un ejemplo de los libros de clase.

Lista de libros fijos:

-¿A qué sabe la luna?
-El jardín de Babai
-Sonatina
-Este monstruo me suena.
-Adivina cuanto te quiero
-Enamorados.
-En busca del beso.
-Todos sois mis favoritos.
-Un culete independiente.
-El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza.
-¡Menuda sorpresa!.
-Donde viven los monstruos.
- No dejes que la paloma conduzca el autobús!
- El mensaje secreto de cumpleaños.
- La mariquita gruñona.
-La semillita.
-¿Quieres ser mi amigo?.
-¿Qué prefieres?.
-El Secreto.
-El ladrón y la bailarina.
-La Rayuela.
-¿En qué piensas?.
-¿Dónde perdió Luna la risa?.
-Cuando as Matías le entraron ganas de hacer pis en la noche de Reyes.
-Confundiendo historias.
- Orejas de mariposa.
-Ser princesa no es cuento.

Lista de libros temporales (ejemplo de proyecto: el cuerpo humano)

-El cuerpo humano
-Cómo estamos hechos
-Cómo respiro
-¿De dónde venimos?
- Mi primer álbum del cuerpo
- El cuerpo humano. Diccionario de los peques.
- Mi atlas Larousse del cuerpo humano.


¿Cómo conseguimos los libros?

Hemos pensado que hay cuatro vías posibles para formar la biblioteca de clase:

1. Los libros que compra la propia escuela o colegio. Siempre tendremos que tener en cuenta, a la hora de elegirlos, que se adecuen a las características psicoevolutivas y a los intereses de los niños que tenemos en clase.

2. Otra opción barata y, en algunos casos gratuita, es utilizar los libros que venden/regalan las editoriales a los centros educativos por la compra de material escolar, libros de texto etc… Estos libros suelen estar preseleccionados para cada curso.

3. Una buena posibilidad es pedir la colaboración de los padres para que donen al centro los libros y cuentos de los niños, una vez éstos dejen de utilizarlos. Unida a esta, existe la opción, sobre todo para los libros de proyecto, de que los niños lleven a la escuela libros y cuentos relacionados con el tema (durante la realización de dicho proyecto), siempre contando con el consentimiento de los padres.

4. Por último, no podemos olvidarnos de la creación literaria tanto para, como con los niños. Esta es una opción prácticamente gratuita y que cuenta con una gran acogida entre los alumnos por que consideran “como realmente suya” parte de la biblioteca de aula.

Sistema de préstamo

En primer lugar, para el préstamos haremos un sistema de carné de biblioteca que consiste en:

1. Hacemos un carné a cada alumno con su nombre, su clase, etc… Este carné estará plastificado y constará de una parte con velcro en la que figurará la foto del niño.

2. Delante de cada libro de la estantería, -o encima de cada escarpia-, habrá otro velcro con el título del cuento.

3. En una zona de la clase cercana a la biblioteca, pondremos una cartulina con una lámina de velcro y con el título: “libros que no están”.

Procedimiento: Cada vez que un niño se lleve un cuento o libro, pondrá el título pegado en la cartulina y en su lugar el velcro con su foto.

Animación a la lectura

Tras la lectura del libro el niño podrá hacer una actividad sobre el mismo, a elegir entre las siguientes:

1. Que el niño cuente el cuento a sus compañeros y les diga “cuánto le ha gustado”. De esta forma además de practicar su lenguaje oral, puede animar a otros niños a que lo lean.

2. Hacer un ficha en la que, por una cara escribirá su nombre, el autor del cuento, el título y el nombre del protagonista. Después habrá dos dibujos como estos





y tendrá que colorear el primero, si el cuento le ha gustado, o el segundo, si no le ha gustado. En la parte de atrás de la hoja podrá dibujar lo más significativo del cuento para él.

3. Realizar una serie de preguntas con respecto al cuento leído en clase. Se trata de buscar el interés de los niños en relación con el libro que se ha contado. Se pude ir más allá y realizar preguntas más personales, fomentando sentimientos de empatía y de lógica. Ejemplo: ¿Por qué crees que el personaje ha hecho eso? ¿Tu qué harías si te ocurriese?

4. Hacer (profesora) unas plantillas con dibujos del cuento leído, plastificadas y con velcro por detrás. El juego consiste en ir preguntando a los niños donde iría cada una de las plantillas, de tal forma que se va ordenando la historia. Los niños irán colocando las plantillas de velcro en un panel habilitado para que se peguen, y así se va viendo cómo, poco a poco, se va ordenando el relato escuchado.

5. Cada niño dibuja (a su forma) el personaje que más le ha gustado del cuento.

Otra parte de la animación a la lectura consiste en un concurso.

Tendremos una cartulina con los nombres de los niños y, cada vez que lean un cuento y hagan una de las actividades anteriores, se le dará un punto si está bien y dos puntos si está muy bien. Estos puntos se representarán con gommets: los amarillos serán de un punto y los verdes de dos puntos. El día del libro se hará un recuento de los puntos y habrá premios para los tres con más puntos. Además, al ganador, se le dejará escoger un libro y la profesora le regalará una fotocopia del mismo.

La hora del cuento

En nuestra aula, tenemos dedicados entre 30 y 45 minutos al día para contar o leer un cuento y es lo que llamamos la hora del cuento.

Para esta hora del cuento, tenemos, en la zona de biblioteca de aula, en un estante más alto (no está a la altura de los niños) una caja forrada con papel oscuro y gomets con forma de estrellitas brillantes que denominaremos “la caja mágica de los cuentos”. Esta caja la utilizaremos en la “hora del cuento”, cuando vayamos a utilizar como estrategia el cuentacuentos. La utilizaremos metiendo cosas dentro de la caja. Pero no cosas cualesquiera, sino elementos relacionados con el cuento, para crear un ambiente evocador, que favorezca la imaginación de los niños y producir una mayor expectación ante el cuento.

jueves, 12 de mayo de 2011

Bloque 5: Formas de transmisión literaria

Para terminar la asignatura, en este quinto y último bloque hemos hablado sobre las 3 formas distintas de transmitir literatura, es decir, a las formas que tenemos para comunicar literatura a los niños.

En Educación Infantil no leen o, como mucho, están empezando… son, lo que se llama prelectores. ¿Y esto qué quiere decir? Pues que si leen ellos mismos –si es que son capaces-, no entienden lo que están leyendo, no siguen la historia (salvo por las ilustraciones). Vale. ¿Y esto cómo influye en la transmisión literaria? Sencillo: no sirven los libros sólos, necesitan que seamos nosotros quienes se la transmitamos.

Ante esto de que tenemos que transmitirles la literatura, puede surgir la pregunta de: “¿Y cómo?”. La respuesta es que hay tres formas:

1) El cuentacuentos: ésta es la forma más antigua de transmisión literaria, llegando a ser anterior a la aparición de la escritura. Antes de que existiese la escritura, todo se comunicaba de forma oral –ya que era la única forma de transmisión-. Tras su aparición, durante muchos siglos la mayor parte de la población no sabían leer –ni escribir-, por lo que se ha seguido transmitiendo literatura en forma de cuentacuentos. ¿Y qué es el cuentacuentos? Pues contar un cuento/una historia sin libro. Esto significa que no hay un apoyo de imágenes para que los oyentes puedan seguir más fácilmente la historia. Esto supone que toda la comprensión recae en 2 elementos básicos: la comprensión lingüística (entiendes lo que te están contando) y la propia imaginación de la persona que escucha. El elemento subjetivo (la imaginación) es lo que hace que la comprensión general de un cuento, sea diferente en cada persona, porque no todos tenemos la misma imaginación, la misma visión del mundo… El tema de la imaginación es muy importante en el cuentacuentos, ya que uno de sus objetivos es fomentar la imaginación del que lo escucha. Esto es algo fantástico para la Educación Infantil, porque los niños son los más imaginativos de todos los seres humanos y, además, es una forma de que ese tesoro que es la imaginación, no se pierda. Además fomentamos otras cosas con el cuentacuentos: fomentamos el interés por el texto escrito, favorecemos la comprensión oral… Entonces un cuentacuentos es sencillo, pero… ¿Cómo se hace un cuentacuentos? Pues depende de la edad de los oyentes. En el caso de que sean niños, -que será nuestro caso en el futuro-, se debe incluir la interactuación con el público, por lo que no podemos aprendernos los textos de memoria y ya está, es más, al contar cuentos a los niños hay que “responder” a sus reacciones. ¿Cuáles son sus reacciones? Pues lo sabremos fijándonos en sus caras, en sus gestos, en sus movimientos. Además de al lenguaje no verbal, también, –si surge-, hay que responder a las preguntas que los niños nos hagan. Una buena estrategia para los cuentacuentos, es incluir preguntas a los niños, como: “¿Y a que no sabéis quién llegó?” o “¿Y qué pasó entonces?”. Y… ¿para qué tipo de cuentos utilizamos la estrategia del cuenta cuentos? Preferentemente, para los folklóricos, porque siempre se han transmitido oralmente y además lo importante en estos cuentos es, realmente, el cómo se cuenta el cuento. En definitiva, para hacer un cuentacuentos tenemos que: elegir un cuento folklórico, adaptarlo si es necesario, ensayar contándolo un par de veces y, por último, contárselo a los niños. A la hora de contarlo, aunque hemos dicho que no utilizaremos un apoyo de imágenes, , lo que sí podemos incluir son elementos que nos ayuden al contar el cuento, elementos curiosos que hagan alusiones al cuento que vamos a contar; otra cosa que podemos utilizar es una marioneta o un peluche que sean los que cuenten el cuento; otra opción es que nos disfracemos enteras, -y siempre del mismo modo-, y que ese “personaje creado” sea el que siempre les cuente el cuento. Estas estrategias están muy bien, pero surge una pregunta ¿Se pueden cambiar las voces de los personajes en el cuentacuentos? Sí, pero hay que tener en cuenta cuántos personajes hay y cuántas voces distintas hay que hacer, porque debemos mantener las voces de todos los personajes iguales durante todo el cuento.

2) La narración con libro: la narración con libro, consiste –como colgué en el primer post-, en contar un libro con apoyo visual. En este caso no leemos lo que pone el cuento, sino que lo contamos nosotros, pero vamos siguiendo las imágenes del cuento. Para estas imágenes no necesitamos el libro en sí, ya que podemos escanearlo y, proyectarlo. La narración con libro, trabaja el desarrollo del razonamiento icónico, -que consiste en aceptar y entender que hay objetos que representan a la realidad pero no son la realidad-; por otra parte, la narración con libro también favorece que se imaginen la historia viendo las imágenes. Esta es la estrategia más utilizada, sobre todo en el primer ciclo de Educación Infantil, esto no quiere decir que no se pueda seguir haciendo en el 2º ciclo, sólo que en esta edad ya tienen más desarrollado el razonamiento icónico. ¿Y aquí se pueden hacer voces? Se puede, pero es preferible que no ya que es una narración con libro.

3) La lectura: En este caso lo que hacemos es leerles un cuento, no contarles un cuento (se cuentan cuentos en los cuentacuentos y en la narración con libro). La lectura, por tanto, es literal. Esta estrategia, aunque puede usarse en primer ciclo, –salvo con libros muy específicos-, generalmente es más adecuada utilizarla en segundo ciclo. La lectura, además de trabajar aspectos como los del cuentacuentos y la narración con libro, les sirve como modelo de cómo se lee. ¿No será más fácil que un niño lea mejor si le leemos bien los cuentos? Por esta causa, tenemos que leer de forma expresiva, -pero no exagerada-, es decir, hacer correctamente las pausas, hacerlas más largas en momentos de intriga, etc… Y en esta estrategia…cambiamos las voces? En este caso, mejor no, porque es un modelo de lectura adulta, -y nosotros no cambiamos las voces al leer-. Y… ¿qué pasa con las imágenes? En este caso, las imágenes no se enseñan hasta el final del cuento, siempre que no sea posible que vean el dibujo mientras les leemos el cuento (enseñar mientras leemos si nos sabemos el cuento, tener el texto en un papel encima de la mesa y el cuento enseñarlo permanentemente, escanear las imágenes para que las vean mientras leemos, etc…).

Las tres estrategias, -en cualquiera de sus variaciones-, hay que tener en cuenta que deberíamos crear un ambiente “mágico” antes de la narración, utilizando cualquier estrategia: disfrazarnos para contar el cuento, utilizando la “caja mágica” o cualquier otra estrategia que se nos ocurra.

También podemos preguntar, antes de contar el cuento, si alguna vez les ha pasado algo como lo que le pasa al personaje del cuento, esta es una forma de que quieran saber la historia y de que se sientan identificados con el personaje.

Al terminar de contarles/leerles el cuento, ¿podemos hacerles preguntas sobre el cuento? Sí, pero hay ciertas cosas que hemos de tener en cuenta. Y es que:

* La literatura es para disfrutar, si les preguntamos para ver si están atentos, si lo han entendido, etc… pues convertimos la literatura en algo funcional, -en lo que, en el primer post, definíamos como paraliteratura-.
* Los niños no captan todos los detalles, primero quieren entender y “coger” el argumento, y después quieren que se lo repitas un montón de días más para “captar” los detalles de la historia.

Entonces… ¿qué tipo de preguntas podemos hacerles? Pues preguntas subjetivas, como quién les ha gustado más, si el personaje les cae bien o mal, qué es lo que más les ha gustado, etc… Por lo menos el primer día que se lo contamos. Tras haberlo contado varias veces, podemos hacer otro tipo de preguntas para ver si lo relacionan con algún contenido (de los que trabajamos), para saber si han atendido, etc… Y esto, ¿por qué? Porque de esta manera mantenemos la literatura como algo mágico y para disfrutar.

Mito de Cupido y Psique

Me voy a permitir colgar aquí el Mito de Cupido y Psique, que nos contó la profesora en clase. He decidido colgarlo porque me encantó, es una de las historias de amor más bonitas que he escuchado... Espero que a vosotros también os guste.

"Había un vez, un rey, padre de tres hijas espléndidas. La más joven, Psiqué, era mucho más hermosa que sus dos hermanas y al lado de ellas parecía una diosa entre simples mortales. La fama de su hermosura se extendio por toda la tierra y de todas partes los hombres se ponían en camino para admirarla con rendida adoración y prestarle pleitesía, como si de una inmortal se tratara. Se llegó a decir incluso que la misma Venus no podía rivalizar con ella. Y cuantos más y más se presentaban ante ella, menos se acordaban de Venus. Los templos de la diosa estaban abandonados, sus altares cubiertos de frías cenizas y las ciudades consagradas a la diosa se convertían en ruinas. Todos los honores reservados hasta entonces se le tributaban a una simple muchacha, destinada a morir en día no lejano.

La diosa no podía aceptar semejante situación, y como siempre que se encontraba en apuros, requirió ayuda de su hijo, que unos llaman Cupido y otros Amor, y contra cuyas flechas no existe protección en el cielo ni en la tierra. Le contó sus cuitas, y, como siempre, se prestó a obedecer sus órdenes. "Usa tu poder - le dijo ella - y haz que esta pequeña desvergonzada se enamore locamente de la más vil y despreciable criatura que haya en el mundo". Él lo habría hecho ciertamente si Venus, olvidando en el furor de sus celos que aquella belleza podría ilusionar al mismo dios del Amor, no le hubiera mostrado antes a Psiqué. Cuando la hubo visto, el mismo Cupido se sintió con el corazón traspasado por una de sus flechas. Nada dijo a su madre; la verdad es que no tenía fuerzas para proferir una sola palabra y Venus se marchó convencida de que la suerte de Psiqué estaba echada.

Las cosas, sin embargo, ocurrieron de distinta manera a como ella creía. Psiqué no pensó nunca enamorarse de un malvado; en efecto, no se enamoró de nadie y, más extraño todavía, nadie se enamoró de ella. Los hombres seguían satisfechos en su contemplación, admirándola, adorándola, después pasaban de largo y desposaban a otra. Sus dos hermanas, aun siendo infinitamente menos seductoras, habían celebrado dos espléndidas bodas, cada una con un rey. Psiqué, la mas hermosa, triste y solitaria, admirada siempre, pero jamás amada. Le parecía que ningún hombre la querría por esposa y ello causaba gran inquietud a sus progenitores. Su padre intentó hallar a través del oráculo de Delfos un buen marido para Psiqué. El dios consintió en responder, pero su profecía fue terrible. Apolo decretó que Psiqué, vestida con negros crespones, debía ser llevada a la cumbre de una colina y permanecer allí sola; el marido que le sería destinado, una serpiente alada, terrible y más poderosa que los mismo dioses, llegaría hasta ella y la haría su esposa...

No se puede imaginar el desespero que se apoderó de aquellos a quienes el padre de Psiqué contó tan triste noticia. Se preparó a la joven como para sus funerales, y con mas lamentos que si se tratara de conducirla a la tumba la llevaron a la colina. Solo psiqué permanecía animosa y decidida. " Mas que llorar por mi -les dijo- debeis hacerlo por esta belleza que me ha granjeado la envidia del cielo. Marchad ahora, y sabed que deseo que pronto llegue el final". Desesperados partieron todos, abandonando a su destino a la radiante y desventurada muchacha y se encerraron en su palacio para llorar por ella el resto de sus días.

Sobre la colina, y en medio de la oscuridad, Psiqué permaneció sentada a la espera. Mientras temblaba y lloraba, en la calmada noche llegó hasta ella una ligera brisa, el dulce viento de Céfiro, el más suave de los vientos. Sintió que se elevaba. Se deslizó de piés por el aire sobre la colina rocosa hasta una pradera mullida como un lecho y perfumada por las flores. El hizo lo posible para que olvidara sus penas y la durmió. Despertó después a orillas de un claro arroyo a cuya vera se elevaba un castillo imponente y magnífico. Parecía destinado a un dios, con sus columnas de oro, muros de plata y suelos incrustados de piedras preciosas. Reinaba un silencio absoluto. Su interior parecía desierto y Psiqué se acercó cautelosa y atemorizada a la vista de tanto esplendor. Permaneció recelosa en el umbral cuando percibió unos ruidos; no veía a nadie, pero oía las palabras con claridad: "La casa es para tí -le decían-. Entra sin miedo y báñate, refréscate; en seguida se pondrá en tu honor la mesa del banquete".

Nunca había tomado un baño tan delicioso ni probado platos tan agradables. Mientras comía, escuchó a su alrededor una dulce música, como un arpa que acompañaba a un numeroso coro. La oía pero tampoco la veía. Todo el día estuvo sola, acompañada unicamente por las voces que escuchaba. Pero sin podérselo explicar presentía que su marido vendría al caer la noche. Y así fue. Cuando le sintió cerca de sí y escuchó su voz que murmuraba dulcemente a su oído, desaparecieron sus temores. Sin verle siquiera, estaba cierta que no era un mostruo ni tenia forma espantosa sino que era el amante esposo que tanto tiempo había deseado.

Aunque esta presencia mediatizada no podía satisfacerla plenamente, sin embargo se encontraba feliz y el tiempo transcurría rápido para ella. Pero una noche, su querido e invisible esposo le habló muy seriamente y le advirtió que un gran peligro le amenazaba bajo la forma de sus dos hermanas. "Vuelven a la colina de donde has desaparecido para llorar por ti -le dijo-. Pero no es conveniente que te descubran. Si lo hacen me causarás una pena inmensa y te destruirás a ti misma". Prometió no dejarse ver y pasó todo el día siguiente llorando, pensando en sus hermanas y en la prohibición que tenía de no consolarlas. Pero lloró todavia más cuando volvio su marido y ni siquiera las caricias que él le prodigó pudieron secar sus lagrimas. Al fin, con gran disgusto, él cedió: "Haz lo que quieras -dijo- pero, te lo repito, estas buscando tu ruina, tu propia destruccion". Después, solemnemente, le explicó que no se dejara persuadir por nadie para que intentara verle, pues quedaría separada de él para siempre. Psiqué obedeció entre protestas, pues preferia morir cien veces que vivir sin el. "Pero otórgame la alegría de ver a mis hermanas" le suplicó ella. Tristemente, él se lo concedió.

Al dia siguiente, llevadas por Cefiro, las dos hermanas descendieron de la montaña. Alegre, con el corazón palpitante de emoción, Psiqué las esperaba; su alegria era muy grande. Transcurrió largo rato antes de que las tres lograran hablarse; su alegría era muy grande y solo pudieron expresarse en suspiros. Por fin entraron en el palacio y las dos hermanas mayores revolvieron todos los magnificos tesoros. En un opulento festín escucharon maravillosa música. Y la envidia, la amarga envida y una curiosidad devoradora se apoderaron de ellas. ¿quién era el dueño de tal magnificencia? ¿quién era el esposo de su hermana? Querían saberlo pero Psiqué, que mantenía su palabra, solo les dijo que su marido era un hombre joven que estaba participando en una cacería. Después, les llenó las manos de oro y joyas y pidió a Cefiro que las devolviera a la colina. Dejaron a Psiqué, pero el fuego de los celos quemaba sus corazones. Comparadas con Psiqué, las riquezas propias y su felicidad les parecían nada, y su envidiosa colera creció tanto en ellas que llegaron a tramar juntas la perdición de su hermana.

Aquella noche, el esposo de Psiqué le advirtió una vez mas que no volviera a ver a sus hermanas. Pero ella replicó que no podia dejar de verlas. ¿Tenia que prohibirle ver a sus hermanas a quienes tanto amaba? El cedió de nuevo y en seguida las dos ruines hermanas llegaron. Traían planes muy concretos. Las palabras vacilantes de su hermana y sus contradictorias respuestas, cuando le pidieron que describiera a su marido, avivaron su curiosidad. Estaban convencidas de que, no solo Psiqué no lo habiá visto todavia, sino que incluso ignoraba su identidad. No le expusieron sus sospechas, pero le reprocharon por disimular tan triste situación a sus hermanas. Ellas lo habían comprendido, le dijeron, y estaban seguras de que su marido no era un hombre, sino mas bien la horrenda serpiente profetizada por el oráculo de Apolo. El de momento se mostraba dulce, pero llegaría una noche en que se arrojaría sobre ella para devorarla.

Psiqué, consternada, sentía que el terror invadía su corazon e iba matando poco a poco su amor. Muchas veces se preguntaba por qué él no le permitía verle, y sospechaba que debía tener para ello alguna poderosa razón, ¿Qué sabia de él en realidad? Si no era tan horrible, ¿por qué tenía la crueldad de ocultarse a su vista? Triste, temblorosa y balbuceante, dio a entender a sus hermanas que no podía negar lo que le decían, pues hasta aquel momento su marido no la había poseído sino en la mas profunda oscuridad. "Debe ocultar algo horrible para que tema tanto la luz del día" dijo ella sollozando, y les pidió consejo.

Ellas lo tenían ya todo previsto, pues lo prepararon con antelación. Psiqué debía ocultar un cuchillo bien afilado y una lámpara al lado de su lecho. Cuando su marido estuviera profundamente dormido, ella se levantaría, encendería la lampara y empuñando el cuchillo, lo clavaria en la figura horrible que la luz le descubriera.

La dejaron abrumada por la duda y fuera de si, sin saber qué partido tomar. Ella le amaba y él era su amante esposo... Durante todo el día sus pensamientos luchaban dentro de ella. Cuando llegó la noche, había abandonado la lucha. Estaba decidida a matarlo...

Cuando él se durmió apaciblemente, ella se revistió de valor y encendio la lámpara. Caminando sobre las puntas de los pies se acercó al lecho y, elevando la luz, contempló lo que tenía ante sus ojos. ¡Oh, su corazón sintió un profundo alivio y el más sublimado éxtasis! La luz no le hizo ver un monstruo, sino la más bella de las criaturas. Invadida por la vergüenza de su locura y por su poca confianza, Psiqué se hincó de rodillas y si el cuchillo no hubiera caído de sus manos temblorosas lo habría clavado en el propio pecho. Pero mientras se hallaba reclinada sobre él, contemplando tan gran belleza, una gota de aceite cayó de la lámpara en la espalda de aquel bello joven. Se despertó sobresaltado, vio la luz y comprendio la desconfianza de Psiqué, y sin pronunciar palabra se marchó.

Psique corrió tras él. No podía verle, pero oía su voz que le hablaba. Le dio a conocer su nombre y con tristeza le dijo adios: "El Amor no puede vivir sin confianza" y con esas últimas palabras la abandonó. "El dios del amor" pensó ella "era mi esposo, y yo, miserable, no tuve fe en su palabra. ¿Se ha marchado para siempre?. De todas maneras -pensó ella llena de coraje- puedo pasar el resto de mi vida buscándolo. Si él no quiere ya amarme, yo sabré demostrarle mi amor". Y se puso en camino sin rumbo fijo; solo sabía una cosa: que jamás renunciaría a volverle a encontrar.

Entretanto, él fue a reunirse con su madre para pedirle que curara su herida, pero cuando Venus supo su historia y comprendio lo que Psiqué había pretendido, llena de colera le dejó solo con su tristeza. Marchó en busca de la muchacha por cuya causa había sentido celos mortales. Venus estaba decidida a demostrar a Psiqué lo que cuesta escapar de la ira de una diosa.

La pobre Psiqué, en su desolado vagabundear, intentaba reconciliarse con los dioses. Les dirigia continuas y ardientes suplicas, pero ninguno de ellos quería granjearse la enemistad de Venus. Psiqué comprendio al fin que los dioses no le ofrecían esperanza alguna y tomó una rapida decisión. Se dirigiría a Venus, se ofrecería a servirla e intentaría apaciguar su colera. "Y quién sabe -se dijo- quién sabe si él no estará en casa de su madre". Y se puso en camino para encontrar a la diosa, quien a su vez andaba buscándola.

Cuando las dos se encontraron, Venus se echó a reír y le dijo con desprecio si buscaba un marido, el que había tenido y que rehusaba verla después que escapó de la muerte a causa de las quemaduras que ella le causara. "Pero en verdad -dijo la diosa- eres tan descarada y te preocupas tan poco de tu aspecto que jamas encontraras un enamorado. Para darte pruebas de mi buena voluntad voy a enseñarte cómo hacerlo". Pidio gran cantidad de semillas de las mas pequeñas, trigo, amapolas, mijo y otras, y las mezcló en un solo monton. "Por tu propio interés, procura que todas esten separadas para esta tarde" dijo la diosa. Y tras estas palabras se fue.

Psique quedo sola y, sentada, contempló el monton de semillas. No cabia en su cabeza la crueldad de esta orden que la desorientaba. además, le parecía inutil ponerse a realizar un trabajo de tan dificil ejecucion. Pero ella, que jamas despertó compasión de nadie en el mundo de los mortales ni de los inmortales, en esta penosa situacion suscitó la piedad de las mas pequeñas de las criaturas, las hormigas. "Venid, compadeceos de esta pobre criatura, ayudemosla pronto" se decían unas a otras. Todas respondieron a este llamamiento; vinieron en masa y trabajaron afanosamente separando y amontonando, y lo que fue un monton informe se convirtió en una serie de montoncillos bien ordenados, compuestos cada uno por una variedad de semilla. Así lo encontró Venus a su regreso, y al verlo se puso furiosa. "Aun no has terminado tu trabajo", le dijo. dio un mendrugo de pan a Psiqué y le ordenó dormir en el suelo, mientras ella se tendía en su lecho blando y perfumado.

Si la podía obligar por largo tiempo a un trabajo duro y penoso, e incluso hacerle pasar hambre, la belleza odiosa de esta muchacha no lo podría resistir. Entretanto, impediría que su hijo abandonara la habitación donde todavía se encontraba, sufriendo a causa de su herida. Venus se sentía satisfecha por el cariz que tomaban los acontecimientos.

A la mañana siguiente se le ocurrió un nuevo trabajo para Psiqué, una faena peligrosa. "Abajo, en la orilla del río, donde crecen unos espesos zarzales, se encuentran corderos que tienen el vellocino de oro. Ve y traéme un poco de su brillante lana". Cuando la joven, extenuada, llegó junto a la corriente de agua, intentó lanzarse en ella y terminar asi sus penas. Pero al inclinarse oyó una debil voz que parecía salir del suelo. Bajó los ojos y notó que la voz provenía del rosal. Le decían que no debía ahogarse, pues las cosas no se le presentaban mal. Los corderos estaban muy nerviosos y alborotados, pero si Psiqué esperaba un momento en que por la tarde salían de sus rediles para descansar y abrevar a la orilla del riachuelo, solo tendría que entrar en los corrales y recoger los copos de lana enganchados en las zarzas.

Así habló el dulce y gentil rosal, y Psiqué siguiendo su consejo recogió gran cantidad de hilos de oro para su cruel dueña. Venus la recibió con helada sonrisa. "Alguien te ha ayudado -le increpó bruscamente- tu sola no lo habrías podido realizar. Te voy a dar otra ocasión de probar que tienes el corazón tan decidido como aparentas. ¿Ves aquella agua tan negra que desciende de la colina? Es el nacimiento del río terrible y aborrecido, el Estige. Llena este frasco". Era la prueba más dura que le habían impuesto. Psiqué se dio cuenta al llegar a la cascada. Las rocas que la rodeaban eran escarpadas y deslizantes; el agua se precipitaba por lugares tan abruptos que solo una criatura alada podía aproximarse. Y efectivamente, un águila la ayudó. Planeaba con sus enormes alas por los alrededores cuando vio a Psiqué y se compadeció de ella. Con su pico le arrebató el frasco de sus manos, lo llenó de agua negra y se lo devolvio.
Pero Venus se dio cuenta. Todo lo que ocurría la incitaba a pruebas más difíciles. dio una caja a Psiqué con la consigna de llevarla al hades y rogar a Proserpina, reina del mundo subterraneo, que metiera en ella un poco de su belleza. Psiqué debía insistir sin desmayos y hacer comprender a Proserpina que Venus padecía necesidad urgente, pues estaba ajada y agotada de atender a su hijo enfermo. Obediente como siempre, Psiqué se fue a buscar el camino que conducía al Hades. Cuando pasaba ante una torre, ésta se ofreció a guiarla y le señaló el rumbo que la llevaría al palacio de Proserpina: debía pasar primero por un gran agujero que había en tierra y después por el río de la muerte donde debía entregar una moneda al barquero Caronte para que la transportara a la otra orilla. Allí el camino descendía recto al palacio. Cancerbero, el perro de tres cabezas, guardaba las puertas, pero si ella le ofrecía un dulce se amansaría y le permitiría entrar.

Todo ocurrió como la torre anunció. Proserpina no deseaba más que servir a Venus; Psiqué, muy animada, tomó la caja y volvio más rapida que había ido.

Llevada por la curiosidad, y más todavia por su vanidad, quiso ver el encanto que la caja contenía y, a poder ser, usar un poco en ella misma. Al igual que Venus, sabía que su belleza estaba resentida por los sufrimientos y no le abandonaba un instante la idea de recobrar a Cupido. ¡Ojalá otra vez pudiera volverse mas bella para él! Incapaz de resistir la tentación, abrió la caja y con gran desencanto no encontró nada; estaba vacía. Entonces un decaimiento mortal se apoderó de ella y cayó en un profundo sueño.

En este crítico momento intervino el dios del Amor. La herida de Cupido ya había curado y deseaba ardientemente encontrar de nuevo a Psiqué. Es dificil contener el amor. Venus había cerrado las puertas, pero quedaban las ventanas. Nada más fácil para Cupido que escapar por una de ellas y buscar a su esposa. En un momento arrancó el sueño de los ojos de Psiqué y lo encerró en la caja. Después despertó a su mujer con un beso. La riñó un poco por su curiosidad, le dijo que llevara a su madre la caja de Proserpina y le aseguró que todo en adelante tendría un feliz desenlace.
Mientras Psiqué se apresuraba a obedecer, el dios del Amor se marchó al Olimpo. Quería asegurarse de que Venus no le pondría mas dificultades y planteó el caso ante Jupiter. El padre de los dioses y de los hombres consintió enseguida en todo lo que Cupido le pedia. Convocó a los dioses y les anunció (a Venus y a los demas) que Cupido y Psiqué estaban oficialmente casados y propuso conceder la inmortalidad a la esposa. Mercurio elevó a Psiqué hasta el cielo y la depositó en el palacio de los dioses. El mismo Jupiter le hizo gustar la ambrosía que le otorgaba la inmortalidad. Esto, naturalmente, cambiaba la situacion. Venus no podía ya censurar a la diosa que había llegado a ser su bella nuera. Se imponía una alianza y así penso que Psiqué, viviendo en el cielo con su marido, le faltaría tiempo para bajar a la tierra, acaparar la atención de los hombre e inmiscuirse en su culto.

Todo terminó felizmente. Cupido y Psique se buscaron y tras duras pruebas se encontraron. Y esta unión no debía romperse jamás."

¿No os parece precioso? Y, si nos fijamos, de este mito surge después el cuento "El lobo blanco" de Armand Berquin, cuento que, parece ser, el que adapta Madame Leprince de Beaumont para publicar "La Bella y la Bestia". Cuento que todos conocemos por la adaptación Disney, aunque he de decir, que nuestra profesora nos contó resumidos ambos ("El lobo blanco" y "La Bella y la Bestia) y me quedo con los cuentos. Preciosos.